Inadaptado
Fecha: 15/07/2021,
Categorías:
Tabú
Sexo con Maduras
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... sus amigas o su novio. Tan solo tuve que poner el mío cerca, gracias al bluetooth y con el programa adecuado en poco tiempo se copiarían todas sus fotos e información al mío, sin contraseñas ni permisos. Estaba ansioso porque concluyera la cena, me esperaba un divertido rato cotilleando aquella vida tan standard, inmiscuyéndome en sus más íntimos secretos.—¿Qué tal va el último año de colegio, David? —preguntó mi padre como un autómata, siguiendo la programación de su sistema binario.—Bien, como siempre.—¿Ya hay alguna chica por allí a la que quieras presentarnos? —añadió saliéndose ligeramente del guion.—No.—Ay hijo, que soso eres de verdad —intervino mi madre ante mi desdén.—No hay nadie a la que presentaros, ¿no veis que es un bicho raro? —dijo mi hermana siempre dispuesta a poner su granito de arena.—Deja en paz a tu hermano —le ordenó mi padre.—Pero si es verdad, ni chicas, ni amigos, ni nada, es como un ermitaño de diecisiete años.No me sorprendió que mi hermana ni siquiera supiese la edad que tengo o su afán por meterse conmigo, simplemente me daba absolutamente igual.—Paula, basta por favor.—Pero si es verdad papá, es como un fantasma, vive en su mundo como un autista. Yo creo que es asperger.—Que desperdicio de dinero el invertido en tu carrera hermanita, deberías estudiar más y quedar menos con tu novio. Por cierto, ¿cómo le va?, compartí un año entretenido con Gonzalo cuando repitió, pero claro a la segunda vez perdimos el contacto. Quizás deberías psicoanalizarle ...
... a él y dejarme a mí tranquilo, me parece que el pobre muchacho necesita ayuda, tiene claros problemas de aprendizaje.Aquello fue un latigazo para mi hermana, un torpedo en su línea de flotación. Salir con el malote de clase cuando tienes dieciséis años es glamuroso, pero cuando vas a la universidad empieza a ser más conflictivo.—Haya paz —sentenció mi madre, viendo la cara compungida de su hija.El resto de la cena transcurrió casi en silencio, por un momento pensé que Paula acabaría haciendo algún que otro puchero, pero no tuve tanta suerte. Se levantó la primera de la mesa y salió disparada a por su más preciado objeto de valor, su móvil, aquel consolador digital que tanto placer le daba a la vez que poco a poco le practicaba una lobotomización cerebral. Ni por un momento sospechó que ese pequeño trasto se había convertido en mi mayor cómplice. El siguiente en levantarse fui yo y después de dar las buenas noches recogí también mi teléfono y me encerré en mi cuarto como era costumbre en míEnseguida comprobé que la copia había sido completada con éxito y estuve más de una hora sumergido entre whatsapps intrascendentes y selfies estúpidos. Por un momento pensé que era tan simple que no encontraría nada de valor, pero mi paciencia obtuvo su recompensa. Una foto, una magnífica y valiosa foto hizo que casi llorara de la emoción. En ella se apreciaba con cierta dificultad por culpa de la oscuridad pero suficientemente bien a mi hermana en topless, con sus cotizados pechos al aire ...