En el baño de la disco - Relatos Eróticos

En el baño de la disco

... con mi boca la suya, comenzando a jugar sensualmente con su lengua. Su reacción no se hizo esperar. Mientras yo me abandonaba con los ojos cerrados a ese manoseo indecoroso, sus manos se animaron a entrar debajo de mi vestido y a buscar directamente mis labios vaginales ya bien humedecidos…Se dedicó enfáticamente a rozarme el clítoris con sus dedos. Era tanta la excitación que yo estaba fuera de mí. Con cada movimiento de sus dedos, todo mi cuerpo se estremecía. La concha no me dejaba de chorrear, mi ano comenzó a palpitar frenéticamente; los pezones se me endurecieron hasta sentir que casi estaban a punto de estallar.Cuando introdujo un dejo bien profundamente en mi concha ya no pude más. Me despegué de él y le tomé la mano, comenzando a caminar con rapidez fuera de allí…Lo guié hacia la calle, recordando que junto al centro comercial vecino, había unos baños que a esa hora seguramente nadie usaría.Llegamos y de inmediato nos metimos en una cabina. Comenzamos a besarnos salvajemente. Nos metíamos la lengua lo más profundo que podíamos, mientras sus manos ya habían levantado mi falda y se dedicaban a estrujar mis nalgas.Entonces me dediqué a masajearle la verga por encima del pantalón. Era algo enorme al tacto…Cuando sus dedos se abrieron paso dentro de mi vulva, yo desabroché sus pantalones y por fin pude sopesar esa pija enorme entra mis manos.Se me hizo agua la boca al mirar hacia abajo y en ese momento sentí que un hilo líquido se deslizaba entre mis muslos. Le dije ...

... que ya no aguantaba más. Me separé de él y le exigí que me lamiera el culo…Su reacción fue rapidísima. Sin pensarlo un segundo me tomó de la cintura y me hizo girar hasta que quedé de espaldas, entonces con una mano hizo presión sobre mi espalda para que me inclinase hacia adelante. Cerré mis ojos y crucé mis brazos contra la pared.El chico se agachó y rápidamente me hizo separar las piernas, despejando el acceso hacia el interior de mis nalgas, donde mi esfínter esperaba palpitante y sudoroso. Pronto sentí su sedosa lengua pasando por mi entrada anal. Me sodomizó con su lengua y yo morí de placer…Como pude alcancé mis labios vaginales y comencé a masturbarme con mis dedos. No tardé ni diez segundos en explotar en un inmenso orgasmo que me hizo chorrear flujo por mis muslos abiertos. Enseguida él se incorporó, al darse cuenta de que yo había acabado. Frotó suavemente la punta de su verga entre mis labios dilatados y fue haciendo presión, abriéndose paso hasta el fondo de mi caliente vagina.Comenzó a bombearme salvajemente; era una sensación enloquecedora. Con cada embestida las piernas y todo el cuerpo me temblaba si poder controlarlo. Pronto apareció mi segundo orgasmo, el cual no pude contener y estallé en una retahíla de gemidos y aullidos agudos.El tipo notó mi éxtasis desaforado y entonces sacó su verga de mi vagina y sin decirme nada dirigió la punta a mi estrecha entrada anal. Le pregunté qué estaba haciendo; pero él me hizo callar y entonces sentí esa tremenda verga ...