Elmer y la insoportable hechicería del arba (2ª parte)
Fecha: 28/05/2021,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: ElmerVanHess, Fuente: CuentoRelatos
Entre al baño, y encontré los dos famosos potes. Empecé a sacarme la ropa y lo primero que note fue que mi erección ya era imparable, tremenda.
Abrí el pote verde y un aroma como mentolado me refresco todo. Comencé a esparcírmelo por el cuerpo y una sensación de relax me distendió, me relajo. Note que mi cuerpo tomaba un brillo especial, seguramente eso buscaba Mariana, resaltar mi físico trabajado. Una vez que termine con el embadurnamiento tome el segundo pote.
Ahí al abrirlo la fragancia otra vez, muy parecida a la que me invadía cuando entre al departamento. Me encontré un gel muy fresco y suave, ahí lo esparcí por mis pezones y mi pija y ahí sí que sentí una especie de potencia extra como nunca había sentido, mi pija adquirió una firmeza como nunca había sentido. Increíble, comencé a buscar desesperadamente la bata porque ya quería cogerme a Mariana.
La encontré colgada, una suave bata blanca tipo de seda que apenas alcanzaba a cubrir mis muslos y obviamente apenas podía cubrir mi pija parada como nunca la había sentido.
Al abrir la puerta el espectáculo que se me exhibía era increíble.
El sofá se había transformado en un sofá cama bastante grande, tipo una cama de plaza y media. Y parada a un costado Mariana, Con las botas de cuero aun, una tanga roja minúscula, no tipo hilo dental ya que su voluminoso cuerpo no la hubiese favorecido tanto, pero si lo suficientemente sexy para resaltar sus formas. Y sus tetas, sus tetas firmes, durísimas, con dos ...
... pezones grandes, parados.
El perfume ya era enloquecedor, entre lo que despedía mi cuerpo y unos inciensos que había encendido. Desaforado me abalance sobre ella y la bese. Su lengua grande, larga, carnosa jugaba en mi boca como ahogándome casi. Sus manos buscando sacar mi bata se abalanzaron sobre mi pija. Mi pija parecía mucho más grande que lo que estaba normalmente. En cuclillas sentí su lengua jugar sobre ella, la chupaba, la envolvía, entraba y salía hasta el fondo de su garganta. De pronto sus labios llegaban a la base de mi tronco de mis 23 x 5 ms. de pija, increíble... Así como en la casa de Beatriz un espejo que ahora descubría estratégicamente ubicado exhibía su tremendo culo. La tanga roja cubría una parte de sus nalgas y mostraba una mayor parte sin dejarle de perder la forma. De pronto se inclinó y se la quitó, todo mientras seguía chupándomela ardorosamente y levanto de una mesa un consolador que empezó a meter en su conchita para lubricarse.
Sus dedos masajeaban mi pecho, retorcían un poco mis pezones, manos mágicas, hechiceras sentía sobre el aceite ahora si un calor irrefrenable a pesar de que el aire mantenía el ambiente fresco, un calor interno. Ese era el objetivo de la crema descubrí, mantener la calentura en mi cuerpo.
Se levantó y volvió a besarme mientras acariciaba mi pija con las dos manos y me llevaba hacia el sillón.
Ahí se inclinó en cuatro patas y me mostro su hermosa concha, toda depilada, labios pequeños, jugosa por la previa con el ...