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Un caliente baño (lésbico)
Fecha: 21/04/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: solheda, Fuente: CuentoRelatos
Volvíamos las dos de la extensa caminata que hicimos recorriendo el parque nacional, nos íbamos riendo y discutiendo varios temas puntuales. Las dos éramos amigas desde el secundario, crecimos y siempre soñamos con viajar juntas. Las dos somos solteras, yo a poco terminé una relación bastante larga. Así que ese viaje iba a servir para despejarme, mi amiga se llama Emilia, es hermosa, tiene una cara bonita y un cuerpo envidiable. Llegamos a nuestras cabañas y había dos baños, uno arriba, y otro abajo. Le serví gaseosa porque se notaba que tenía sed, estuvimos hablando un poco hasta que ella decide bañarse. Busca sus cosas y se va a bañarse arriba, entonces para matar el tiempo decido bañarme yo. Estaba bañándome y es normal en mí a veces tocarme de más, el agua estaba hermosa, llené la bañera y me abrí de piernas para tocarme. Esto si me estaba relajando mucho, tocaba mi intimidad como si no hubiera un mañana, estaba a punto de venirme hasta que escucho que golpean la puerta. Bajo mis piernas y doy permiso. -Sol, me quedé sin agua en el otro baño, ¿puedo enjuagarme ahí? -era Emilia que estaba atrás de la puerta. La maldecí por un momento porque estaba a punto de llegar. -si pasa, yo recién entro. Entra toda mojada y desnuda a la bañera, ni se preocupa por taparse sus pechos, tenía un cuerpo bellísimo ya estaba excitándome ...
... viéndola. Entro a la bañera sin mirarme y estaba enjabonándose las piernas, dejándome una gran vista de su culo. Yo me había quedado sin hacer nada mirando a la mujer que tenía adelante. No aguante más, y la doy vuelta, hago que me mire mientras toco sus pechos, ella no decía nada y tampoco quería pararme. -siempre te desee Sol, esto solo era una excusa por favor hazme tuya. Me sorprendí por su confesión y empecé a cumplir con su deseo. Le besé los pechos, mientras mi mano se ocupaba de su intimidad, empecé a masajearla y después agarré su clítoris, ella gemía sin parar. La siento en una esquina de la bañera, y me agacho para chuparle todo lo que tenía ahí abajo. Gemía como loca, le pellizqué su teta, y la hice saltar, en ese momento le metí dos dedos sin previo aviso. Los sacaba y los volvía a meter, ella gemía y gemía. Mordí su clítoris eso hizo que se venga en mi boca, tenía un gusto riquísimo, subo arriba para besarla y estaba tratando de respirar. Sonreí victoriosa, en ese momento ella me tiró contra la pared, me abrió de piernas y me empezó a masturbar, yo estaba sensible por lo que estaba haciendo antes de que entrara, empecé a gemir, esta mujer sabía lo que hacía. Chupó mis tetas, y presionaba mi clítoris, no tarde mucho en venir. Nos besamos, y ese viaje que fue como amigas terminó siendo como una luna de miel, no parábamos de coger.
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