-
Entrega total (capítulo 1)
Fecha: 20/04/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos
... concederla la más mínima oportunidad de decisión. Salio al rellano e introdujo la llave en la cerradura. Al entrar vio que todo seguía igual y que Marta debía seguir durmiendo. Entró en el dormitorio, encendió la luz y apartó de un tirón la sabana que aun cubría su cuerpo desnudo. Tardó en reaccionar: estaba claro que no se había recuperado. Lentamente se tapó la cara con la mano para protegerse de la hiriente luz artificial. Después miró a Paco y se sobresaltó al tiempo que era consciente de su desnudez. Instintivamente cogió la sabana e intentó cubrirse y mientras le miraba sin entender nada, se incorporó. —¿¡Por qué te tapas!? —la chilló mientras avanzaba hacia ella—¿Te he dicho que lo hagas? Con ojos temerosos dejó caer lentamente la sabana mientras se sentaba sobre la cama. —Te he hecho una pregunta. ¡Responde! —Marta se limitó a contestar meneando la cabeza. Paco se sentó en la descalzadora y la llamó con la mano señalando el espacio entre sus piernas. Un tanto indecisa obedeció: bajó de la cama un poco desorientada y se sitúo entre las piernas de Paco mientras intentaba taparse con las manos. —¡Las manos a la espalda y de rodillas! —ordenó tajante y Marta obedeció. Cuándo la miró de frente, vio que aún tenía restos secos de semen en la mejilla. La imagen le provocó una primera erección—. ¿Sabes cómo te encontré anoche? Marta se limitó a negar con la cabeza mientras bajaba la mirada. —Mírame a la cara, —y la ayudo levantándola la barbilla ...
... con el dedo. Miró sus ojos claros y ella le sostuvo levemente la mirada para volver a bajarlos. Sin pensarlo la dio un pequeño bofetón, más bien una torta. Hizo un intento de tocarse la mejilla, pero rectifico y volvió a poner las manos a la espalda—. Te he dicho que me mires. Levantó la mirada y esta vez la mantuvo sin bajarla. Paco levantó la mano y la acaricio la mejilla y el pelo con ternura. —¿Cómo te encuentras? —Me duele mucho la cabeza, —balbució. —Luego te daré algo para eso. Anoche te encontré borracha e inconsciente en el rellano de la escalera. ¿Qué tienes que decir? —Marta se limitó a encoger los hombros—. ¿Algo tendrás que decir? Marta se mantuvo en silencio. Paco notó los deseos casi irrefrenables en Marta de bajar la mirada. —¿Por qué bebiste tanto? —ante su silencio volvió a propinarla otra bofetada, está más fuerte. —Salí a hacer una cosa… algo que no fui capaz de hacer… y… y… entonces me emborraché, —Paco pasó la mano por la mejilla de Marta para recompensarla y a continuación la rozó los labios con la yema de los dedos. —Muy bien: buena chica. ¿Quieres que te toque? —Marta se encogió de hombros, pero vio en su mirada que si quería. Con la yema de los dedos de la mano izquierda fue descendiendo lentamente por su vientre hasta la zona vaginal, pero sin llegar a tocarlo, mientras la metía un par de dedos de la otra mano en la boca. Vio con nitidez cómo se le nublaba la vista—. Ahora dime, ¿qué era eso que querías hacer y que no fuiste ...