A mí, gay, me hicieron probar con una chica
Fecha: 01/11/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... para quitarle la penita, me besó y en eso entró el dependiente que nos atendía con tres cajas, iba a abrirlas y le dije que se las diera y que eligiera. Cuando se fue al vestidor el chico me dijo:
—Es muy guapa su chica.
— Tutéame, por favor, y se llama Yoly, yo me llamo Carlo.
— Pues es bonita tu chica y tú muy guapo, yo me llamo Dexter.
— Pues, no te quejes, Dexter, que también eres guapo y se te está poniendo tu palo en alto, —dije, mirando hacia abajo a su entrepierna.
— Es que te veo hacer cosas y con ese pantalón que te marca todo tanto..., ¿pero Yoly es tu novia o tu hermana?
— Está buena, ¿verdad? Pues ni es novia ni hermana, mis amigos me la ponen para curar mi “gayerismo”; ellos dicen que eso de ser gay se sana con una chica.
— No te lo creas somos lo que somos y ya.
— Eso mismo pienso yo, pero la chica es guapa y pienso hacerla feliz, igual sin tocarla, ¡ah!, ¿es que tú eres gay?
— Bueno, mas bien soy bisex, pero hay mas chicos que chicas disponibles.
— ¿No te vendrías con nosotros? ¿A qué hora acabas? Te esperamos en La Alondra; sabes donde está, ¿no?, quedas invitado para cenar, así tendremos más conversación.
— ¿Se lo has dicho a ella?
— Ella no dirá nada, porque lo que quiero es que esté feliz que también los gays sabemos hacer feliz a una chica.
— Entonces, después de cenar yo os invito al cine, que mañana no trabajo y tengo ganas de ver Aquaman y no quiero que me la cuenten.
— Mira, nos llevamos dos vestidos, que ella ...
... elija y lo que te pida de interiores, no quiero que haga el ridículo si se desnuda ante nosotros, porque viene dispuesta a todo.
— ¡Joder! Eso sí es un chollo…
— Ya veremos que pasa, menos maltratarla puede ocurrir de todo. Te esperaremos, no faltes.
— Por supuesto que voy.
Se vistió con lo que le gustaba mientras yo pagaba con la tarjeta en caja, y la demás ropa que compramos la dejamos en el coche, para que se cambiara al día siguiente.
Me daba gusto ir acompañado de una chica guapa, que iba con su vestido nuevo elegido por ella. Se transformó se puso más simpática y amable, incluso me acariciaba y de vez en cuando se volvía cara a mí y me daba besos en mi mejilla. Yo me sentía a gusto con ella, para mí era una amiga, conversábamos como amigos, ni siquiera nos cogíamos de la mano, ni yo ni ella hicimos nada de qué avergonzarnos. El paseo fue largo hasta que cerraron las tiendas, lo que nos pilló en una tienda de bolsos que vimos al paso y había pañuelos, lápiz de labios y cajas de colores. No debían ser muy buenos, pero para una tarde-noche suficiente. Le dije que se comprara lo que quisiera y si no eran muy buenos que luego lo tirara. Pero me gusta que una mujer a los postres se vaya al baño, se atuse un poco y regrese como nueva.
Nos habíamos alejado en el coche casi a las afueras de la población, frente al mar, mirando las olas como dos amigos y conversando de nuestros trabajos, yo le contaba de mis estudios, había iniciado administración de empresas y ...