Fecha: 01/11/2017,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: nenesex, Fuente: CuentoRelatos
Hola a todos! Hoy quiero contarles lo que me sucedió hace unos años, los primeros años en los que estaba descubriendo mi sexualidad. Lo primero de todo es describirme, mi nombre es Javi, por aquel entonces tenía 18 años recién cumplidos, soy de carácter tímido y reservado, apenas había tenido algún rollo con chicas, ya me empezaban a llamar más la atención los chicos, pero nunca había tenido nada con ninguno. Soy delgado, mido 1,70, castaño, piel clara y con algo de vello. Mi culo es redondito y bien puesto a igual que mi polla, nada que envidiar con otras.
Recién cumplido los 18 años mi sexualidad estaba más que desbordada, necesitaba saciar mis deseos de probar un buen rabo y que alguien me desvirgara. Hasta ese momento tan solo me limitaba a hacerme pajas viendo porno gay y a follarme el culo con una zanahoria o un pepino. Sobre todo veía porno de tíos más corpulentos que yo, muy varoniles y maduros, eran los que más llamaban mi atención.
Era verano, mis hormonas andaban más que revolucionadas, estaba decidido a encontrar a alguien con quien pasarlo bien, pero mi timidez no me lo ponía fácil y no me atrevía ir a ningún sitio de ambiente ni tampoco a quedar con alguien que hubiera conocido por algún chat de internet. Lo que sí despertaba mi curiosidad eran las saunas gay. Por lo que había leído, eran sitios con mucha discreción a los que todo el que iba sabía lo que había y las tácticas para ligar eran sencillas, tan solo bastaba con acercarte a la persona en la ...
... que estuvieras interesado y hacerle ver tus intenciones con caricias o sobeteos.
Decidí ir a una de estas saunas, vivo en una gran ciudad de España donde hay varias saunas, yo me decanté por ir a la que más ambiente de jóvenes había y a la que más lejos se encontraba donde vivía por miedo a encontrarme a alguien conocido. Llegué al lugar, pagué mi entrada y me indicaron donde estaban los vestuarios para desnudarme y dejar mis cosas. Al llegar a los vestuarios ya se respiraba un ambiente cálido y cargado de sexualidad. Había un par de hombres maduros besándose, yo me fui a una taquilla y empecé a desnudarme, me enrolle la toalla a la cintura, guardé mis cosas y me dispuse a entrar a la siguiente sala. Estaba bastante nervioso, pero a la vez muy excitado por lo que me deparaba en las siguientes salas, armándome de valor me adentré en la sauna.
La primera sala era una especie de bar, con una barra y sillones para tomarse algo, aquello estaba lleno de hombres de diferentes tipos, sobre todo había hombres mayores y algún que otro chaval. Cuando entré todo el mundo clavó su mirada en mi, debía de ser carne fresca en aquel lugar, alguno que otro me miraba de arriba a abajo, otros seguían besándose y acariciándose entre ellos, pero yo seguí a la siguiente sala, no me había gustado nada de lo que vi allí. En el siguiente habitáculo había un gran jacuzzi, en su interior tres tíos se metían mano, en el borde un chico le mamaba la polla a un señor mayor con mucho ahínco. Me quedé ...