Chantaje (V): Un paso a lo prohibido
Fecha: 28/06/2017,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: TKBDDOS, Fuente: CuentoRelatos
... dicha por estar reunidos. La cena transcurría entre platica, añoranzas, ya pasada la media noche la mayoría de los familiares estaba entre sueño, ebrios, unos comenzando a retirarse lentamente. Cerca de las 3 de la mañana ya solo éramos mi tío Javier, mis tres hermanos y yo tomando y riendo, pasando un momento agradable, minutos después Chuy y Juan se sintieron mareados y le pidieron a mi tío que los dejara descansar, Toño los acompaño dejándonos solos a mi tío y yo.
-Tío, antes me dijiste que por poco te arrepentías de ser mi tío pues, siéndolo, no puedes cortejarme -y mientras decía esto, se puso de pie, y sus manos se dirigieron hacia el lazo que ceñía su vestido por la cintura. Tras desatar el lazo, cayo la prenda alrededor de mis pies, para detenerme ante mi tío, solamente con mis tacones -déjame preguntarte, tío, ¿quién dice que por ser mi tío no puedas amarme?
Me hinque como ramera en medio de sus piernas, sus ojos estaban muy abiertos.
-¿estás seguro de esto? -tartamudeó él.
-Es mi deseo que seas feliz, tío, además, sé que te mueres por poseerme, me encanta cómo me ves, ¿qué tiene de malo que desee cumplir tu fantasía? ¿Qué tiene de malo que nos amemos con intensidad? -Le dije, mientras escrutaba los pantalones de mi tío hasta hacer brotar su pene, oscuro y grueso, muy duro, con las venas muy marcadas. No era más largo que el de mi hermano.
-No puedo creer que esto esté sucediendo, ¿tienes idea cuántas veces me la jale imaginando que estábamos ...
... cogiendo? -dijo mi tío.
-y en esas fantasías tuyas, ¿qué cosas me hacías? ¿Cómo me portaba yo? Eras muy puta, y me la mamabas mucho, me cabalgabas, te la dejaba ir por el culo -en eso suspiró repentinamente, cuando su pene rechoncho desapareció en medio de la boca de su sobrina, se tensó mientras empezaba a mamársela lentamente. Minutos después se relajó, ya estaba disfrutando la comida de verga, “chúpame las bolas”, me pedía, y su excitación era incontenible al constatar que su escultural sobrina obedecía sin oponerse, sus ojos iluminados de lujuria, sus rasgos tenuemente orientales convertidos en una máscara de deseo, de putería.
Mi tío me tomo de las manos, poniéndonos de pie. Volvimos a besarnos, cual pareja de amantes, recorrió a su antojo mi cuerpo, apretándome las nalgas y los pechos, arrancándome gemidos rebosantes de concupiscencia. Luego, me acomodó sobre el sillón, indicándome que dejara mis piernas colgando sobre los brazos del mueble. Mi tío se hincó y hundió su cara peluda en mi sexo. Me estremecí y temblé sin control, clavando mis uñas en el cabello de mi tío. -¡Ay, tío, qué rico me estás comiendo! llevándome unos dedos a mi boca, mi cara enrojecida y mis pechos hinchados, todo un espectáculo para Antonio que veía como su hermanita disfrutaba tanto como él pues en la penumbra, se masturbaba.
Lamía mi rajita, usaba sus gruesos y cálidos dedos para estimularme, metiéndomelos en la vagina, en tanto prensaba entre sus labios mi clítoris, haciéndola aullar de ...