Tony, le vienen a entregar las nalgas
Fecha: 28/06/2017,
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Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... guardar las cosas nos sentamos en una mesa bajo de un kiosco que está cerca de la piscina y platicamos de muchas cosas triviales alrededor de una media hora mientras nos tomábamos una cerveza. Fue Sofí quien volvía a insinuar que le gustaría hundirse en la piscina y le dije que se sintiera en su casa.
- ¡Si hubiese sabido, hubiera traído traje de baño! –dijo.
- Pues acomódate como tú quieras, aquí solo estamos tú y yo.
- ¡No lo quiero incomodar!
- ¡Te aseguro que no me incomodas para nada!
Se fue a la regadera, se dio una ducha para quitarse la sal del sudor, se había quitado el sostén y salió solo con su pantalón corto y su blusa húmeda que me dejaba ver en su transparencia, el volumen exquisito de sus dos preciosos melones y unos pezones erectos que parecían tener un volumen extraordinario. Saltó a la piscina y luego ella me incentivaba a acompañarla. Se dio cuenta que esa pequeña blusa, con la fricción del agua se le subía al punto que sus pechos quedaba desnudos. Ella lo nota y ríe, y es cuando le digo:
- ¿Por qué no te la quitas de una sola vez? Tú sabes que no te cubre nada y es más, creo que hasta te incomoda. Sofí, no serán los primeros pechos desnudos en el mundo.
- ¡Creo que tiene razón! – y se quitó la blusa.
Me di cuenta que tenía unos aretes en cada pezón y un tatuaje de ese conejo famoso de playboy en uno de sus suculentos pechos. No me pude resistir de hacerle la pregunta y cuando nos acercamos y nos quedamos sentados en las gradas de ...
... la piscina le pregunto:
- ¿No duele tanto hacerse esos orificios en los pezones?
- ¡Que no duele! ¡Va! ¡Claro que duele y mucho!
Aquello abrió la plática que creo Sofía quería entablar; era como abreviar lo que ella buscaba o que pienso siempre buscó. Ella me lo dice de esta manera y no me lo puedo creer:
- ¡Pero me dolió mucho más hacérmelo en los labios!
- ¿Usas aretes en los labios?
- Si. –me dijo.
- ¡No se te nota nada en los labios!
- Tony, ¡mis otros labios! –y sonríe.
Hablamos al respecto un poco, del dolor, del morbo que conlleva, en fin hablamos algunas cosas mientras consumíamos la segunda cerveza. Lo que me sorprendió y me tomó con gran sorpresa fue su pregunta, o algo así como una oferta: ¿La quieres ver?
Pensé que bromeaba, pero al segundo de haberla dado una respuesta positiva, ella comienza a hacerse de un lado una de las mangas del pantalón corto, lleva una pequeña prenda interior de color blanca, la hace a un lado y me permite ver el brío de un arete o aretes dorados. Por demás está decir que me provocó una erección y es notable en mis pantalones cortos y muy sueltos. No dudo en decírselo, Sofía tiene esa personalidad muy abierta y no creo que se moleste si se lo comunico:
- ¡Me has provocado tremenda erección!
- ¿En serio? ¿De veras? ¿Puedo ver? – y sonríe.
Me he levantado de las gradas de la piscina para que Sofía pueda ver como mi verga se ve restringida sujetada por mi ropa interior. Veo una sonrisa pícara en ella y ...