Milagros
Fecha: 07/03/2021,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos
I
De lejos la vi, lento caminaba, pues este calor hacía que sudara. Su piel era morena, reflejaba, refulgía del sol; redonda, su cara. Cuando me aproximé, ella se tocaba sus dos pechos bajo su blusa clara; el sostén le apretaba y se lo quitó. ¡Tal visión de pezones fue!, me turbó.
II Me acerqué a ella y le pregunté su nombre: "Milagros", dijo, "da el tuyo, atrevido." Alegre y risueña era; no os asombre, que me he empalmado cuando su voz he oído: "Me llamo Diego"; "Umm, masculino, de hombre, ¿qué quieres, señor Diego, estás salido?"; "Transparentáronse, vi tus encantos, gozar de ellos deseo sin atragantos."
III La invité a churros; ella los mojaba en chocolate caliente y viscoso. En su boca los metía y me miraba, manchada su boca, rostro jocoso. Su lengua por sus labios repasaba: "Umm, rico está el churro, no seas celoso, que el tuyo más tarde también probaré, mejor tendrá que ser, ¡qué hambre, me hincharé!"
IV Paseamos juntos; yendo de camino; y su ancha cadera rozó con la mía, el vaivén de su culo, ¡ay, qué divino! Pensé su desnudez, y me dió alegría: su blanda carne tiembla y mi pepino traspasa su coño: así me correría, en su caliente urna amorosa abierta; unido a cuerpo de hembra, así me vierta.
V Fuímos a un hotel, tomé una habitación. Vamos, nos besamos en el ascensor. Abrí la puerta y entramos con decisión. Milagros se descalzó: "Ven, follador", me ordenó, la falda cayó de un tirón. Su chocho velludo mostró sin pudor. Su camisa desabroché y la tumbé. ...
... Saqué mi polla y en el colchón la follé.
VI "¡Ay!", chilló, "¡Ah!", exhaló, "Hombrón, vaya cipotón." Sus tetas mordí, suaves y calientes: "Milagros", murmuré, "tú eres un bombón"; "Dame más, Diego, más", pidió entredientes; "Te doy, Milagros, qué me gusta, un montón"; "¡Ah, Diego, ah!": que oí sus gemidos ardientes, que derramé en su coño todo mi ser, en su grieta honda y mullida de mujer.
VII Debi quedarme dormido al instante, mis recuerdos ahí nublados quedaron. Y me despertó una caricia, no obstante, en la punta de mi glande: bastaron sentir humedades, baba chorreante, calentura de lengua; me indicaron de Milagros mamada mañanera: "Me corro"; "¡Umm!, dame tu corrida entera."
VIII De mi polla, sedienta, el semen sorbió: se deleitó dando suaves lametones; Suspiró de placer, y a mí me rindió. Dijo: "Hoy, umm, desayuno, umm, de cuajarones, ¡lo que más me gusta!". Después me pidió: "Cómeme el coño", y lo hice, ¡qué cojones!: parecía que moría, fue delicioso: "¡Ay, Diego, ay, oh, ah, sí, qué lengua tuya, ay, oh, de oso!"
IX Milagros miró el rejoj: "Me he de marchar." Saltó de la cama y quedé alucinado. Pensé: "Vaya tía me acabo de zumbar, tetas rollizas, culo bien plantado, cara bonita, con ella me he de atar." "Milagros, ¿llamarte puedo?"; "¡Qué osado! ¿me querrás o sólo piensas en follar?"; "Milagros, contigo me quiero casar."
X Playa paraíso, noche calurosa; viaje de novios, seguimos el hilo; arena tan fina, la mar espumosa; Milagros me la chupa con sigilo. Su ...