1. Sorpresa de Verano


    Fecha: 29/10/2017, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Un día un conocido me pidió cuidar de su mascota durante las vacaciones de Verano, estando cerca del lugar y tener cierto afecto con los perros acepte inmediatamente. Ya tengo tiempo de conocer y "convivir" con varias razas de perros; pero nunca había tenido la oportunidad de un Pitbull. Es muy común que la gente le tenga cierto temor a la raza Pitbull ( en su momento también lo tenía), sin embargo puedo decir que son una de las razas más cariñosas que pueden existir. El primer día los dueños me presentan a la famosa mascota; (como era de esperarse de su raza) era un animal sumamente grande y fuerte; que fácilmente una mordida podría romper sillas y huesos. Al acercarme a la puerta se dirige con mucha velocidad; agitando la puerta de forma extraordinaria. Fue cuando me puse a pensar en que clase de problema me había metido; pero ya me había comprometido y los dueños tenían que salir ese día. Lo siguiente fue que los dueños amarraron al enorme animal ( no más grande que un gran danés pero más grande que un rottweiler) a un poste y me empezaron a platicar la rutina, cantidad de comida, agua, paseos, etc. Llegó el momento donde tenía que acercarme al Pitbull, ( para que pudiera olerme y que empezara a tomarme confianza) con mucho cautelo me acerco y le acerco la mano. Con mi experiencia ya con animales antes, logré calmarlo; después de olfatearme empezó a querer saltar sobre mí. Fue cuando me percate que su actitud no era por hostilidad sino porque era de juego brusco. Los ...
    ... dueños sujetan la cadena y me acercan el pitbull, era impresionante su energía; a pesar de la fuerza del dueño el dueño era arrastrado de poco a poco. Me puse de rodillas y puse mi mano sobre la cabeza del pitbull y su actitud cambió a uno más tranquilo. Después los dueños me dejaron toda la información y se fueron (Sabía que podía domar o tranquilizar al gran Pitbull). Al fia siguiente llego a la casa donde la mascota se encuentra encadenado, le lleno sus platos de agua y comida y me siento junto a él para que me reconozca; en ocaciones dejaba de comer o beber para verme fijamente, esa mirada de curiosidad y de juego me sorprendió; y mucho más porque solamente me había visto un par de veces. Ya con mayor conocimiento y confianza lo desencadené y no es de sorprender que me saltó encima. Sabiendo que esto pudiera pasar me lleve cuerdas y juguetes que puediera morder; haciendo que se cansara y así teniendo un mejor control mientras lo cuidaba. Paso el tiempo y tuve que ir al baño; por lo que deje al Pitbull en el patio. Al cerrar la puerta y llegar al baño escuche como lloraba o se lamentaba; al salir del baño el perro estaba justamente afuera de la ventana atento de donde estaba. Salgo nuevamente y veo una banca al extremo del patio, al sentarme el perro se me acerca y pone su pata en mi rodilla y se me queda mirando fijamente. Despues de varias horas lo dejo amarrado, y me retiro, para regresar el día siguiente. Como el día anterior al llegar el perro se emocionó de verme y ...
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