Chantaje (X): Un paso a lo prohibido
Fecha: 02/03/2021,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: TKBDDOS, Fuente: CuentoRelatos
... mezcla de fluidos sexuales se vertía sobre la cama de mis padres, allí había sido donde aquella noche no se acostaron papá y mamá, sino que practicaron el sexo a su hija. Antonio borracho había tomado a su hermana de tan buen ver y la había penetrado, desvirgándola y había dejado su semilla en mí. Todavía no parecía arrepentido, sino me seguía mirando deseoso. Miraba con deseo de hombre a esa mujer que encendía la pasión de los machos y no me miraba como debía de ser, como si fuese su hermano. Allí estaba yo, sollozando porque ya no me quedaban lágrimas, desnuda, con las tetas sobadas y la entrepierna rota de dolor y llena de semen. Y lo peor es que yo pensaba que la cosa se habría acabado. Pero mi hermano cogió una toalla de debajo de la cama y la pasó por mi coñito dolorido, secando los fluidos, dándome a entender que seguiría toda la noche, que limpiaba el semen para hacer sitio a más.
Esa noche fui el juguete de mi hermano hasta que se le pasó el alcohol a las tres horas y se quedó dormido y cansado. Tengo que decir que sí, que la primera vez dolió, pero ya después de tanto tiempo, me tuve que rendir al placer evidente que sentía. Y eso sí que fue mucho más vergonzoso, yo gritando como loca del gusto mientras mi hermano me follaba. Lo hacía muy bien. Me cogió bien el coñito varias veces, se corrió dentro de mí más veces, también me echó esperma en las tetas y me hizo chuparle el pene como un caramelo hasta que soltó el maldito semen de nuevo y me mojó la cara y el ...
... pelo sin avisar. Y allí se quedó él, dormido con el pene por fin flácido después de tantas horas de ejercicio, mientras yo, aunque también estaba cansada, miraba el techo con los ojos muy abiertos, con el semen de mi hermano resbalándome por toda mi superficie y sintiendo cómo se extendía dentro de mi intimidad dolorida.
Me levanté, pegajosa entera y fui a la ducha, me lavé bien fuerte el cuerpo y el sexo. Y lloré, lloré desconsoladamente, porque sabía que jamás se lo podríamos contar a mis padres, que destrozaríamos la familia si lo hacíamos, que era mejor olvidar. De manera que eso hicimos, aunque olvidar tampoco es que olvidásemos. Mis padres llegaron el domingo por la noche y se nos notaba el cansancio pero disimulamos. Y es que a partir de entonces, la mirada de mi hermano al mirar mi cuerpo ya no era censurada ni por él ni por mí.
Pasaron dos meses desde aquel acontecimiento donde había perdido mi virginidad con mi hermano, en casa el ambiente era solo de cordialidad entre él y yo; recuerdo era finales de junio y con ello las vacaciones de verano comenzaban, mis padres planeaban la salida de excursión mis hermanos contentos por querer ir a vacacionar un par de semanas, lo cierto es que yo continuaba con mi servicio social por lo que no iría, además de que tenía que trabajar. Seria a mediados de julio cuando mi familia partiría a su destino vacacional en realidad se iban con la familia durante dos un mes así que estaría solo o por lo menos eso pensaba, pero vaya ...