Soy chico bisex, aficionado desde púber a recorrer las zonas calientes con poca o ninguna ropa, en busca de satisfacer mis fantasías. Yo suelo provocar a la gente de los coches que rondan las zonas calientes parándome en un camino próximo a la carretera, solo con unos slip mínimos, muy picantes, slip bikini cuerda, otras transparentes o un tanga mínimo también de cuerda. Me sitúo en el camino de manera que se me vea cuando el coche que circula por la carretera ya estaba prácticamente encima mío, me divertía comprobar cómo se sucedían los frenazos las invitaciones a entrar en los vehículos y los piropos pícaros.Una vez jugué a no mirar atrás, esperando yo a ver que ocurría, cosa que todavía me pone muy caliente. Era una noche cálida de verano sobre las 11,30, escuche un motor que se paro cerca. Permanecí de espaldas e inmóvil a la espera, Oí como el vehículo se detuvo apagando sus luces, alguien salió de él… Oí pasos acercándose despacio hacia mí. Mi corazón se puso a toda pastilla, seguí sin girar la cabeza, esperando, aguantándome las ganas a ver quien se aproximaba. Dichos pasos se detuvieron cerca de mí, haciéndome sentir observado, cosa que me estaba poniendo a punto de hervir. De pronto volvieron los pasos esta vez de forma más suave, aproximándose hasta detenerse a mi espalda, se hace silencio.Noto como una mano se posa en mi cintura suavemente por la derecha, después la otra. Ambas manos empiezan a rodearme con ternura, sigo sin mirar, separo un poco los brazos de mi ...
... cuerpo para dejar a esas manos jugar. Dichas manos me acarician .suavemente el pecho, el vientre, aproximándose al pubis, para luego volver a la espalda, recorriendo acto seguido con suavidad piernas abajo, para después volver a subir suavemente hacia arriba, por en interior de los muslos, acariciando suavemente mis glúteos desde el interior del transparente, pequeño y suave slipikini, levantando para ello con los dedos de su mano derecha la cuerda que une los dos triángulos de mi prenda intima, deslizando los dedos entra la tela y mi piel, con la mano derecha extendida continuó acariciando repetidamente mi expectante culo.La mano abandona mi zona glútea para volver a acariciar todo mi cuerpo, con gran suavidad y ternura; empiezo a ser comido a besos por todo el reverso de mi cuerpo empezando por el cuello y la nuca para ir bajando suavemente. La mano derecha vuelve otra vez al interior de mi minúsculo slip deslizándose tiernamente por mi raja del culo tocándome desde atrás los huevos y la polla, al tiempo que la muñeca y su antebrazo se hundían más entre los glúteos rozando el ano, dicho rozamiento me produjo un gran placer.Parecía que tenía conmigo a un chico con melena, y muy sensible, notaba su pelo cuando con sus besos recorría mi cuerpo, el joven daba la impresión de conocer mi juego y me dejaba hacer.Todavía no quería volver yo la cabeza quería subir más mi morbo todavía. La mano derecha del desconocido continuaba en la misma postura, acariciándome con gran suavidad el ...