Mi madre me consiente
Fecha: 18/10/2017,
Categorías:
No Consentido
Autor: Xavir, Fuente: CuentoRelatos
... sensación de sus senos estremecidos por su respiración agitada tan cerca me estaban volviendo loco.
-Sí. Me encantó la idea de poder excitarte, dime una cosa, ¿te masturbaste después?
-No- conteste titubeante. Me miró con una sonrisa incrédula.
-Xavier… quedamos que íbamos a hablar sinceramente, dime, ¿te masturbaste?
-Sí- respondí un tanto avergonzado (finalmente estaba hablando con mi madre).
-¿Si? Y cuéntame, ¿Lo habías hecho antes?
Cuando te vi nadando hoy en la mañana, no pude evitarlo- su voz, que se había tornado íntima, me despojó de toda la vergüenza, y como por instinto mi mano buscó su pierna; notando mi intención se acercó un poco más, a la distancia de un beso, dejando la tersa piel de su muslo a mi alcance, abrí mi mano atrapando toda su pierna, comprobando su deliciosa suavidad, dejando, entre rose y rose, sus piernas descubiertas de aquella falda.
- ¿de veras? Preguntó con voz traviesa, mientras su mano dejaba mi pierna para juguetear en mi pecho- ¿te digo algo? Yo también me toqué después de lo que pasó. Subí a la recamara, me enrollé el traje hasta los muslos…
La interrumpí, deslizando mi dedo por su muslo caliente hasta un cierto punto
- ¿aquí las bajaste, ma?
- no amor, un poquito más abajo…
-entonces, ¿aquí?- pregunté señalando más abajo, cerca de su rodilla, mientras me inclinaba para besar su hombro.
- no cariño, no tanto- Dijo estremecida, mientras su mano se posaba en mis pantalones descubriendo la forma de mi pene ...
... erecto, y de mis bolas…
- Entonces fue aquí… dije mientras alcanzaba otro punto de su pierna, esta vez con los labios. Lanzó una risa plena que nunca había escuchado en ella; como la risa de una niña que se divierte en un juego. Era como si compartiéramos una dulce travesura: yo recorriendo su pierna hasta el resorte de su bikini con besos, ella acariciando mi cabeza, intentando ansiosa hundirme en su cuerpo.
- no amor, mira.- se despegó un instante de mí, y levantándose un poco, tras quitarse ese molesto trapo transparente, enroscó su tanguita hasta media pierna, dejando descubierto su monte de vellitos oscuros recortados para el bikini. Abrió sus piernas, mientras sus ojos se clavaban en mí, inquietos, ansiosos, incluso un tanto nerviosos por una posible desaprobación. Pero era imposible desaprobar aquella maravilla: la única parte de su cuerpo que no estaba bronceada, se veía casi inocente, los pelitos más cercanos a su vagina ya estaban empapados, pronto el interior de sus muslos también lo estuvo. La visión de su vulva húmeda y brillante y su olor, el delicioso olor salado de sus jugos incitaban a un beso, a devorar aquella parte de su cuerpo, hasta oírla gemir desesperada, pero… ya me había gustado ese juego.
- ¿y dime, ma? ¿Luego que hiciste?- dije separándome un poco, deseoso de contemplarla.
- Acerqué mi mano a mi cosita- llevó su mano a su vagina- y empecé a hacerme cariñitos, amor -empezó a moverse, a dibujar pequeños círculos, con dos dedos separó sus ...