Travesuras de una bibliotecaria
Fecha: 16/10/2017,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos
... con más de uno noventa de estatura, una musculatura a prueba de balas y un cipote grande y gordo como un misil. Nos encanta follar, siempre, a todas horas, cuando nuestros respectivos trabajos lo permiten, claro está. Nunca he pensado follármelo en la biblioteca: eso es agua pasada, como suele decirse. Lo que más nos gusta a ambos es que él folle mi boca; sólo de escribirlo me estremezco. A ver, no es que sólo me folle la boca, no; Julio primero se desnuda, luego me desnuda a mí; a continuación nos acostamos en el lecho y él comienza a comerme el coño: se inclina sobre mi ingle, saca la lengua y lame ni rajita mientras con un par de dedos estimula mi clítoris, hasta que exploto, grito con todas mis fuerzas, y el chupa mis jugos con fruición; después eleva su enorme cuerpo sobre el mío, lo deja caer y me penetra con una fuerza descomunal, no obstante no llegue a correrse, porque cuando se ha hartado de arremeterme, se eleva aún más, hasta que sitúa su enorme barriga peluda sobre mi rostro, y entonces invade con su polla hinchada mi boca entreabierta y entra, y sale, y entra y sale, con brío, me folla la boca, y no quepo en mí de placer cuando Julio suelta un bestial rugido y su leche se derrama en fuertes escupitajos, impregnando toda mi cara con su tibieza; ese es el momento en que una electricidad orgásmica recorre todo mi ser y me siento desfallecer. Desfallezco.