Violado por cuatro vecinos
Fecha: 24/09/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
Mi novio y yo vivimos hace casi dos años juntos en la casa que me compró mi padre para que tenga cierta seguridad. Mi casa actual está en el centro y gozamos de una excelente tranquilidad. Mis padres viven en un pueblo donde tienen su negocio que les va bien y yo vivía en la ciudad para poder estudiar en la Universidad. Me había alquilado una pequeña vivienda con dos habitaciones, una para dormir que tenía un baño completo y otra para estudiar, en un edificio medio destartalado que estaba a las afueras de la ciudad, en un barrio muy oscuro y, según decían, muy peligroso pero nunca hice caso de eso, hasta que me ocurrió lo que voy a narrar.
Había conocido a un chico que me gustaba, Corny es su nombre, guapo, bien hecho, muy similar a mí en estatura e ilusiones. Me cayó bien apenas lo conocí los primeros días de clase. Deportista como yo, solía correr en las mañanas muy temprano, sin embargo yo corría por las tardes porque tenía mi primera clase temprano y no deseaba ni llegar tarde ni estar cansado, porque cuando me pongo a correr pierdo la noción del tiempo.
El día que conocí a Corny y hablamos nos intercambiamos nuestros deseos, costumbres, hábitos de vida e ilusiones y lo mas importante, nos gustábamos. Me enamoraron primero sus labios gruesos, todavía recuerdo que ese día nos despedimos con un beso y no me lavé los dientes en tres días.
Corny tenías costumbre de correr en la mañana y por mí lo dejó para las tardes, así que, cuando era la hora, nos juntábamos en ...
... una esquina que venía de paso a los dos y ahí comenzábamos nuestra carrera. Nunca hicimos competición entre nosotros, íbamos hablando y cuando queríamos apretar la marcha nos dábamos el aviso y solíamos ir acompasados, cada veinte minutos solíamos detenernos para hacer ejercicios gimnásticos o estiramientos.
Una de las cosas que noté en Corny es que para correr se vestía con ropa muy vulgar y que él miraba mi ropa y parecía como si la deseara. Aproveché un cumpleaños suyo muy cercano para comprarle de regalo ropa como la mía, pantaloncillos ajustados que marcaban bien el trasero y el paquete, las correas para el pene y tres camisetas de tirantes con espalda de nadador, todo de una marca australiana muy sexy. Al día siguiente me llamó para preguntarme qué me iba a poner y le dije que pantaloneta negra con raya roja y camiseta gris. Cuando llegué a la esquina me lo encontré vestido como yo. No me desagradó, pero le dije que no era necesario y solo me contestó que era por tratarse del primer día. Así nos pasamos unos cuatro meses haciendo deporte todos los días corriendo, excepto uno en que nos íbamos al mismo gym. Estas correrías nos ayudaron mucho a comprendernos.
Un día sus padres le dijeron que me invitara a comer a casa, se trataba de un domingo muy importante para ellos, pues era el aniversario de boda de sus padres. La cosa es que querían conocerme. Fue un momento muy grato, aunque a decir verdad yo iba con un poco de temor, sobre todo porque yo le dije a mi amigo que ...