1. Asuntos de familia


    Fecha: 26/06/2017, Categorías: Infidelidad Autor: FMalvino, Fuente: CuentoRelatos

    ... eran unos botones de grandes aureolas achocolatados que no paraba de mordisquear y pellizcar. María Luisa dio un largo suspiro y se acomodó mejor para que mis manos pudieran tocarla en sus zonas más íntimas.
    
    Del otro lado de la piscina, Natalia y Ana Laura lamian los genitales de Juan Carlos. Carmen, se masturbaba con un consolador negro de unos 50 cm aproximadamente.
    
    La vagina carnosa y húmeda de mi cuñada era una delicia, verla arquearse de placer era todo un espectáculo.
    
    –“Ahhahhhahhh… que divino Facu”- No para de repetir como una letanía a los dioses de la lujuria y el deseo.
    
    Naty mi esposa, en cuatro patas era embestida con vigorosidad por su padre, su cara de zorra me excitaba. Ana Laura y Carmen estaban ensartadas en esa enorme manguera negra de silicona en un recital de suspiros, caricias y besos.
    
    Aquello era una locura que no quería analizar, sentía mis instintos lascivos dominar todo mi cuerpo y eso me gustaba. Mi cuñada una mujer de 30 años era un fuego, me sentía un bombero luchando con su manguera contra un incendio.
    
    María Luisa, me confesó entre gemidos que estaba muy caliente conmigo desde el primer día en que me vio.
    
    Nos pusimos en la posición del misionero y se la metí con ganas y empezamos a movernos ardorosos. El tiempo había confirmado mis sospechas, siempre tuve esa sensación que mi cuñada se me estaba ofreciendo, pero por respeto, me aguantaba. Ahora era mía.
    
    -“Ahhh Facu, cógeme toda…”- Me grito en un grito que todos celebraron ...
    ... con risas y algún aplauso.
    
    Naty nos miraba encendida en deseo mientras disfrutaba como Carmen le metía ese enorme consolador en su ano. A unos metros, Ana Laura abrazada a su esposo como un Koala, gozaba sin parar.
    
    Los gemidos cruzaban la piscina como pájaros juguetones de un lado para otro, formando un peculiar coro, cantándole a la vida que se agitaba en nosotros.
    
    El ritmo alocado de nuestros cuerpos era embriagante, las tetas de mi cuñada moviéndose eran un espectáculo, mi hablar de su carita con la boca abierta, como gritando un gol mudo.
    
    Estoy por acabar le anuncié, a lo que ella rápida puso su boca para recibir toda mi lechada, como su mamá la recibía de su padre. Carmen abierta de piernas gozaba de un orgasmo propinado gracias a la lengua inquieta de su nieta.
    
    -“Esto no ha terminado cuñado, todavía tienes que hacerme la cola, como se la hiciste a la abuela hoy”- Me advirtió María Luisa limpiándose la cara de mi leche.
    
    -“Claro que si”- Le respondí palmeando sus regordetas nalgas.
    
    Mientras disfrutábamos de un baño en la piscina, Juan Carlos me dijo risueño: “Qué familia más loca ligaste, yerno”.
    
    -“Me alegro que nos hayas aceptado así como somos. Hoy me volví a enamorar de vos”- Me abrazó feliz Natalia.
    
    Cuando salí del agua, María Luisa me esperaba en la reposera con la cola abierta como una flor. -“Tómame por detrás cuñado”- Suplicó en un gemido lascivo.
    
    Si dudarlo, se la introduje de una embestida, provocando un quejido sensual de aquella ...
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