Peleas con el vecino 1°
Fecha: 07/08/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Pequeñamorbosa, Fuente: CuentoRelatos
Hace casi dos semanas que me acabo de mudar, ya conocía a todos los vecinos del bloque, todos muy amables y agradables excepto uno, Javi, justo con el que vivía puerta con puerta y era inevitable cruzármelo a cada rato, siempre escuchando rap, tan fuerte que parecía que estaba dentro de mi casa y me tenía desquiciada, no había rato de tranquilidad.
Una noche coincidí con él en el ascensor para ir a tirar la basura y no sabía porque me empecé a encontrar nerviosa, lo más seguro que fuera porque estaba en pijama, despeinada y ojerosa de no poder descansar bien gracias al festival que me tenía siempre montado mi querido vecino.
De la vergüenza pasé al enfado, dispuesta a protestar por lo que hacía, pero sin perder la educación, le comenté que, si me podía hacer el favor de bajar un poco la música que me molestaba y no rendía bien el trabajo, no me di cuenta de que fui elevando la voz y que se me oía en todo el bloque.
Pero cuando me empecé a crispar más fue cuando me miró muy serio levantando la ceja se rio de mí y salió del ascensor dejándome más irritada que antes.
Salí, tiré la basura, y al entrar iba murmurando y protestando diciendo palabrotas, paré de golpe cuando también conocimos para subir y me callé por no liarla más pero iba mirándolo con cara de asesina, mientras que llegábamos a nuestra planta, él solo se dedicó a mirar de arriba abajo con la ceja levantada.
Cuando paró el ascensor, quise salir la primera, pero me paró para decirme que si podía ...
... hacerle el favor de no ir a tirar la basura en pijamas tan fresquitos ¿que si no me daba vergüenza...? y salió dejándome con la palabra en la boca.
Entré a mi casa con la boca abierta, y como de costumbre me miré en el espejo que hay en la entrada y ahí fue cuando me quise morir.
Claro, llevaba mi pijama corto de verano y estando en casa nunca llevo nada debajo y cuando salí para bajar la basura no me fijé, pero ahora sí, y, se podía distinguir perfectamente la aureola y el pezón marcado contra la tela.
Cada vez más enfadada me fui a la cama aprovechando que el energúmeno no estaba todavía aporreando los oídos con el rap.
No me lo podía creer, la bronca había servido para algo y Javi no tenía la música puesta.
Más feliz no me podía sentir, estaba quedándome dormida cuando el boom que hacia vibrar las paredes me pegó tal susto que hizo que diera un bote en la cama gritando: ¡Me cago en la puta!!!! Empecé a aporrear la pared diciéndole de todo, que estaba loco, que se iba a cagar... en fin...parece que surtió efecto porque la música paró de golpe.
Se hizo el silencio y volviendo a chillar a la pared le dije: ¡Gracias gilipollas!!!
Respiré hondo y me acosté por segunda vez, quería relajarme, pero no lo conseguía, estaba tan pendiente de la pared, de la música y de Javi que no conseguía conciliar el sueño....
No había pasado ni diez minutos cuando volví a sentir el vibrar de las paredes, pero me di por vencida, me resigné y sin querer me puse a escuchar la ...