Descargando marineros
Fecha: 26/05/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Era un día martes de junio. El día acababa de despuntar y un gran barco realizaba maniobras para poder atracar en el puerto industrial de Gotlan, Suecia. Cada 15 días, debido a la cada vez más alta demanda, un barco procedente de rusia con carbón llegaba a la isla. Además de carbón, sus tripulantes, en su mayoría de nacionalidad rusa, traían consigo alcohol ilegal así como drogas para vender por un bajo precio entre los suecos que sí bien aparentaban ser una sociedad ordenada y responsable, en la intimidad demostraban un descontrol acorde al estricto control de sí mismos que estaban obligados a aparentar.
Los marineros rusos, aprovechaban la llegada a suecia para sacarse un sobresueldo, que por lo general, no llegaba de vuelta a sus pueblos de origen, puesto que lo dilapidaban en hacer más grato el duro trabajo al que se dedicaban lejos de su tierra y familias. El alcohol, las drogas y por supuesto, la prostitución, corrían a raudales los dos días que permanecían atracados en cada puerto.
Al llegar a Gotland, hacían subir un grupo de mujeres surtido a bordo para saciar sus instintos más básicos mientras del barco descargaban todo, el carbón, a la vez que sus pollas. Tenían todo ya organizado con el encargado de un próstibulo candestino. Solían pedir que subiesen suecas, alguna danesa, polacas y con suerte algo más exótico para ellos. Allí me encontraba yo, una joven española que había ido a estudiar a Estocolmo. Por una serie de malas decisiones y compañías acabé ...
... viajando a la isla de Gotland por con aquel entonces era mi novio y quien acabó siendo mi chulo. En un primer momento, me convenció para que me acostase con alguno de sus amigos a quienes yo no sabía que debía dinero por las drogas y a quienes pagaba con mi cuerpo. Yo pensaba que era un juego entre él y yo, y estaba tan embotada por las drogas que a penas me dí cuenta de lo que sucedía hasta que acabé dentro de la trata de blancas. Ahora, él se había cansado de mí y me enviaba junto con las demás chicas a los bares de la zona y a "consolar" a los marineros.
Soy morena, ojos marrón verdosos, de una altura estandar en España, bajíta y pequeña para los estándares nórdicos. Con curvas y un culo bien formado. Contrastaba mi piel aceitunada con la palidez lechosa de mis compañeras al igual que mi constitución delicada y femenina.
Aquella mañana, nos despertaron pronto, mi anteriormente novio nos gritó que entrásemos a la ducha y que nos pusiésemos algo bonito y subiésemos al furgón como si fuésemos ganado pensé yo. Me froté con agua bien caliente, me sentía sucia solo de pensar lo que iba a pasar, la piel me ardía. Me maquillé los ojos, así parecían todavía más oscuros y penetrantes, me puse un vestido rojo que hacía resaltar mi moreno, unos tacones y subí a la furgoneta. Una vez llegamos al puerto, se repitió el procedimiento de siempre. Todavía era pronto, pero ya había comenzado el jaleo normal de un puerto. Al bajar nos recibieron con silbidos. Subimos por la pasarela inestable ...