Masturbacion en el Bus
Fecha: 27/09/2017,
Categorías:
Masturbación
Primera Vez
Lesbianas
Autor: Gordibuenasymas, Fuente: xHamster
... que aquella mano insidiosa obraba con total libertad. Pensó una y mil formas de acabar con aquello, pero no se le ocurría ninguna que le permitiera librarse sin llamar la atención. Miró a su alrededor.La mayoría dormitaba, el resto no miraba ni remotamente en su dirección, solo rostros aburridos. Miró de nuevo por el cristal: carretera vacía. Pero las sensaciones que ella estaba experimentando distaban mucho del aburrimiento.Entonces comprendió que no haría nada, que solamente esperaría a que ella acabase de tocarla para poder olvidarlo todo. Tan solo restaba una media hora de viaje, todo pasaría pronto.Siguió pues mirando por el cristal, haciéndose la aburrida como todos los demás, y dejó que aquellos dedos de fuego siguieran frotando sus bragas, mojadas ya por sus propios fluidos.Pasaron los minutos, y Sandra empezó a mover la vulva adelante y atrás, muy suavemente. Pensó que su reacción era automática, involuntaria, pero en su interior sabía que lo hacía queriendo. Por un momento se quedó parada, horrorizada pensando que realmente estaba empezando a gustarle aquella situación, que le gustaría correrse bajo la masturbación a la que la sometía la mujer.Pero ese momento de horror pronto pasó, su excitación era demasiado intensa. Nada importaba, solo seguir sintiendo los dedos en su gruta mojada. Siguió moviendo su cintura. La mujer la miró por un breve instante. Una fugaz sonrisa de comprensión aleteó en sus labios, luego volvió a hacerse la desinteresada, aunque la ...
... intensidad y rapidez de los movimientos de su mano aumentó.Sandra pasó de una reacción inicial de rechazo a una aceptación y atrevimiento total. Su fantasía empezó a desbordarse, se imaginó en su cama con ella, mientras esos dedos se movían sobre su coño desnudo. Eso le dio una idea, ¿porqué no?. Paseó la mirada alrededor rápidamente. Nada había cambiado.Y sin pararse a pensarlo llevó sus manos a su cintura, levantó un poco su falda y tiró hacia abajo de sus bragas, las tenía ahora en sus rodillas, rápidamente se las bajó hasta los tobillos acabando por quitárselas del todo. Las introdujo rápidamente en su bolso y se sentó. Nadie se había percatado de lo que había hecho.Nadie excepto la mujer, por supuesto, que aparentemente sorprendida se había quedado quieta desde que empezó a sobarla, contemplando de reojo la operación.Sandra abrió las piernas, invitando a la mujer a proseguir el juego. No se hizo esperar, esos dedos ahora conocidos empezaron a hurgar en su interior, mojándose a medida que la frotación continuaba.Emitió un suspiro inaudible, empezando a moverse de nuevo. Aquello era el delirio. Nunca había imaginado que pudiera ocurrir algo así, pero ahora no quería que acabase nunca. Se movía cada vez más rápido, como aquellos deditos juguetones, que pasaron a moverse de forma circular, rápidamente, con los movimientos exactos que la propia Sandra utilizaba para llegar al éxtasis cuando se masturbaba en su habitación.El orgasmo no se hizo esperar, llegó en lentas oleadas de placer ...