Fecha: 25/06/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues
... ondulando esa caderita!, levantando y bajando la pelvis acoplada al ariete que estaba comiendo, cuando inminentemente un torrente de esperma inundaba por vez primera ese estrecho conducto que en ese momento imponía una serie de contracciones que espasmódicamente hacía, José no aguantó ese evento, la nena con voz infantil aún y sorprendida decía; ¡¡ papi me está quemando tu leche !! Ay, ayy, me llega hasta la pancita, ayyy, ayyyyy, quemaaaa, no me eches mássss, ayyyy, ayyyyyy, pero era inminente el torrente espermático fluía sin parar y José lo que menos quería era dar marcha atrás con su pletórica venida, hasta dejar inundada por vez primera esa vaginita que era un volcancito en ese momento, ya que le quemaba con su calor interno el glande que incrustado a la mitad de su hombría gozaba de la fiebre uterina y gemiditos grititos que hacía Aleidita. Así acoplados ambos cuerpos se pusieron de lado, pero era obvio que a Aleidita le molestaba ese intruso que tenía a media penetración, entre lagrimitas de ella y muchas caricias a su cabello y carita, José la fue reconfortando de a poco, hasta que sintió de nueva cuenta una nueva erección dentro de Aleidita, quien sorprendida le dijo; ¡papi te está engordando otra vez tu pene!, ¡sí princesa es que tú haces magia con tus apretones que me das con tu florecita!, ay papi, pero no puedo dejar de hacer eso, siento que te muerde mi huequito, pero la erección estaba otra vez arriba y así él la tomó de sus axilas y la hizo montarse de a ...
... caballito, sin introducir más de lo que estaba dentro, y con sumo cuidado la movía lentamente, hasta que por fin después de varios minutos Aleidita lo cabalgaba suavemente, con no más de diez a once centímetros de carne dentro, ella ya a estas alturas ya gozaba de tener algo dentro y sus gritos se fueron convirtiendo en unos gemiditos muy tiernos, pero eróticos, ¡ella más de excitaba por verse reflejada en la pared!, la sombra de ambos, ella arriba cabalgando y el abajo gozando de esa ninfa en pequeño, ahhh, papi, ahhhh, que rico siento ahhhh, ahhhh, ¡esto me lo hubieras echo desde hace mucho!, ahhh, que rico, que ricoooo, ahhhhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, y un orgasmito se apoderó de la nena, que no lo aguanto, ¡era su primer orgasmito que le arrancaba José!, con el pene dentro de ella, y cayó en el pecho de él cómo convulsionándose por esa primera experiencia que estaba viviendo. Poco a poco José la fue acomodando en la cama, pero eso sí, sin sacar ni un solo centímetro de ella, hasta quedar nuevamente encima haciendo movimientos copulatorios, ¡ya que él no se había desahogado!, no duró mucho sólo unos minutos, ya que la estrechez de Aleidita y las fricciones que hacía al entrar y salir lo hicieron culminar en otra eyaculación interna, la vaginita de Aleidita aceptaba esa carga de nueva cuenta, pero inconsciente, así que después de esos eventos la retirada la hizo con calma y cuidado hasta que por fin el grueso tronco del pene y por último el glande abandonaron ...