Mi tío, mi sueño y yo
Fecha: 25/06/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Martz Santo, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Germán y les voy a contar una de mis aventuras de una noche ya que tuve varias porque mi familia era muy grande y yo siendo un joven, era visitado muy frecuentemente por personas distintas en mi cama, me voy a explicar.
Mis abuelos tenían muchos familiares de provincia que venían de visita por diferentes necesidades, trabajo, salud, paseo, trámites, etc., y necesitaban hospedaje y como solo yo tenía mi propia cama invariablemente terminaban hospedados junto a mí, nunca me preguntaron si yo estaba de acuerdo.
Yo me dormía y al darme cuenta ya había alguien durmiendo en mi cama y por eso pasaron muchas cosas que voy a ir contando poco a poco.
En nuestra casa vivía un tío, primo de mi padre que tenía una hija pequeña y una linda esposa, era muy trabajador y responsable, era de la misma edad de mi padre y crecieron juntos de niños, tuvieron que separarse cuando el abuelo decidió emigrar a la ciudad de México y cuando se casó se vino a vivir con nosotros y vivió un tiempo en la casa de mi abuelo.
Él era gordito blanco, peludo, media como 1,70, muy amable y cordial a mi me gustaba mucho como hombre ya que yo me había iniciado mucho tiempo atrás en el sexo con maduros, el en ese momento tenía como 40 años, y tenía un trasero fabuloso que me encantaba mirar, pero como él era muy responsable y nunca tomaba solo me contentaba con mirar su trasero y nada más.
A veces usaba ropa deportiva porque cuando era joven jugaba futbol y a mi me encantaba verle en ...
... shorts o pants o formal pues se le marcaban sus nalgas muy bien y a mi se me empalmaba nada más de vérselas, las tenía firmes y redondas y me moría de ganas de tocarlas pero era mi sueño imposible, mi fantasía y a veces me desquitaba con otros pensando en el.
No me faltaron culos que visitar porque como ya dije, mi cama era cama de hotel que recibía diferentes tipos de huéspedes y me divertí con muchos porque la mayoría llegaban pedos y pues a mí me los ponían en bandeja y yo no despreciaba a nadie.
En una ocasión me dormí y cuando me di vuelta en la cama sentí unas nalgotas muy ricas y la persona junto a mi olía mucho a vino, yo encantado toque a mi antojo aquel culote y como me di cuenta que estaba perdido de borracho me dispuse a usar ese culote a mi gusto.
Levante las cobijas que nos separaban y toque sus nalgas estaban redondas preciosas, le bajé el calzón y apareció un culo bellísimo, peludo, rico, le hubiera quitado el calzón por completo muy fácil pero no quería problemas, solo libere sus nalgas y las recorrí con calma, eran todas mías y tenía toda la noche para mí.
Le subí una pierna y apareció un ojete rico, cerradito, nuevo, lo lamí con mucho gusto y lo ensalive con calma, luego use mi dedo medio para abrir un poco esa cerradura y descubrir sus tesoros, poco a poco entró hasta dentro y lo metí y saqué con calma para que se abriera, lo saqué y volví a usar mi lengua tocando su ano y ensalive de nuevo todo.
Introduje dos dedos y entraron con facilidad, ...