Conociendo al señor Manuel II
Fecha: 24/09/2017,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Autor: dbeni72, Fuente: xHamster
... besándome los pechos, y jugando con su lengua en mis pezones, a la vez que daba ligeros mordisquitos en ellos sin llegar a hacerme daño, pero volviéndome loca de placer.Con suavidad me hizo tumbar, y comenzó a besar mis ingles, pero sin tocar mi sexo. Me estaba torturando, y necesitaba sentir que tocara mi clítoris y vagina, pero continuó con esas suaves caricias de sus labios durante un buen rato, y cada vez me sentía más caliente. Sus manos separaron mis nalgas, y su lengua comenzó a bajar hacia mi ano, sin llegar a tocarlo. Normalmente no me gustaba mucho que hiciera eso, pero estaba tan caliente, que lo estaba disfrutando, y abrí un poco más mis nalgas, a la vez que levantaba mi culo invitándole a que tocara con su lengua mi agujerito.Así lo comprendió, y la punta de su lengua comenzó a jugar con mi culito. Sentía las caricias en ese lugar con tanta intensidad, y estaba tan relajada, que me dejaba llevar haciendo lo que mi marido quisiera. De repente sentí su dedo tocar mi chorreante vagina, y con ese dedo humedecido por mi calentura, subió hasta mi clítoris. Estaba entregada, José de rodillas en el suelo, yo tumbada en la cama con las piernas abiertas, su lengua abriendo mi ano, y su dedo tocando mi clítoris. Mis jadedos eran incontenibles, y cada vez más fuertes.Su lengua estaba entrando en mi culito, y la sentía tan rica, a la vez que su dedo en mi duro y pequeño clítoris me enloquecía. Me tenía realmente desatada.- Mete tu lengua más, por favor, métela más... - Le ...
... dije sin importar que el señor Manuel nos estuviese escuchando.Su lengua penetraba mi culo, y su dedo me hizo explotar.- Siente cómo me corro, cariño, siéntelo- le dije entre gemidos, mientras mi ano latía de placer y mi clítoris estaba llevándome a un orgasmo colosal.Estaba extenuada, pero le pedí que se tumbara a mi lado y me besara. Y así estuvimos menos tiempo del que me hubiera gustado, porque se colocó entre mis piernas de rodillas, y con su polla tiesa me penetró sin ninguna resistencia por mi parte. Un escalofrío de placer recorrió de mi cuerpo, y, sin apenas tregua, estaba de nuevo a mil. Otra vez jadeaba, y mi dedo acariciaba el clítoris. Nuevamente llegué al orgasmo, pero él seguía sin correrse.Se quedó dentro de mí mientras me besaba, y mis contracciones iban bajando de intensidad, pero sintiendo como la dejaba hasta el fondo. Era tan maravilloso sentirla así a pesar de haberme corrido dos veces.Recuerdo que al principio de tener relaciones con José, después de correrme, me m*****aba seguir haciéndolo, y tenía que parar un par de minutos. Pero ahora disfruto tanto repitiendo.José sacó la polla empapada por mis flujos, y apoyó la punta en mi culito.- Quiero que te toques para mí, y meterla dentro de tu culo.- Me dijo en voz alta, pretendiendo, claramente, que el señor Manuel lo escuchase. Normalmente nunca lo hablaba, y, cuando apoyaba en el ano, ya sabía yo que quería jugar un poco por detrás.Mis dedos acariciaban mi clítoris, y su glande apoyó en la entrada de mi ...