Buenos días - Relatos Eróticos

Buenos días

Me introduzco debajo de la sabana que cubre nuestros cuerpos, palpo con las manos tú terso abdomen y las sigo bajando hasta que llegan a tu bóxer. Acaricio tus bóxer hasta que siento como el voluminoso paquete va tomando protagonismo, poco a poco tu polla se ha puesto más dura y grande, cogiendo una pequeña erección.

Bajo tus bóxer y libero a tu polla de su prisión, ella me lo agradece pegando un pequeño saltito provocado por la pequeña erección que estaba adquiriendo. Tú te mueves, por lo que voy con cuidado, no quiero despertarte. Me aseguro que sigues durmiendo, por lo menos si no lo estas te lo estás haciendo.

Prosigo con mi tarea, agarro tu polla, esa polla que me ha dado noche de autentico placer, que me ha hecho sentir como una autentica diosa. Pego mis labios a la punta de tu polla, le doy un tímido beso seguido de un pequeño lametón con el que retiro tu liquido preseminal ...mmm... lo degusto con placer y lujuria, pero quiero más.

Me pongo a jugar con tus huevos, los chupo, succiono y de vez en cuando mordisqueo, provocandote una serie de gemidos junto con algún que otro quejido que te saca de tu ensoñación. Tu imagen de la situación debe ser como mínimo excitante, mi culo en pompa tapado con un minúsculo pijama que deja más fuera que dentro y tu polla a punto de ser engullida. Antes de que digas nada me ...

... acerco a tu cara, pongo mi dedo índice en tu boca y te digo "Shhh... disfruta", tu solamente afirmas con la cabeza.

Vuelvo a tu entrepierna y me trago toda tu polla, mis labios se encuentran cerca de tus huevos y tu glande en mi garganta. Noto como las venas de tu polla se van hinchando. Al principio me hubiera ocasionado alguna que otra arcada, pero a estas alturas mi boca esta mas que acostumbrada a tragarse cualquier polla, sobretodo la tuya.

Mi lengua juega dentro de mi boca con tu polla, mientras mis dedos juegan con tus preciados huevos. Noto como tu respiración aumenta y como tus gemidos de placer salen de lo más profundo de tu ser. Subo y bajo, pasando mis carnosos labios por todo tu tronco, mientras succiono y engullo tu polla.

En todo momento mi mirada se centra en ti, en tu rostro, en tu expresión de placer. Tienes los ojos medio cerrados con la boca abierta, soltando algun que otro gemido... aaahhhggg... Mi excitación aumenta al igual que la velocidad con la que engullo tu polla.

Sigo así, hasta que siento como el primer chorro de tu semen, espeso y caliente, choca en mi garganta. Después de ese vienen tres chorros mas, con el cuarto mi boca esta llena de tu rica leche. Trago cada gota de semen dejando tu polla bien limpia y sin ningún resto que pueda quedar.

Me levanto y te digo: ¡Buenos días!