El lunes siguiente que llegué a la oficina sentí que tenía unos cuernos de Reno Canadiense que no podría pasar por la puerta, estaba muy nervioso de ver de nuevo a Toño por todo lo ocurrido con mi esposa Gaby. Entré a mi privado y me puse a trabajar, pero no me podía concentrar solo veía las imágenes de Antonio y mi esposa cogiendo, por un lado me excitaban y por el otro me preocupaba de que Toño lo divulgara. En eso estaba cuando veo que Antonio pasa por fuera de mi oficina no se detiene, se sigue a contabilidad y cierra la puerta, luego de un buen rato sale vuelve a pasar frente a mi privado y se sigue. Estaba muy desconcentrado y apenado, la mañana se me hizo eterna. Unos minutos antes de la hora de la comida suena mi teléfono. era él. Hola, te invito a comer, ¿puedes?. Sí claro le respondí. Unos minutos después Toño pasaba por mí nos fuimos caminando a un restaurante cercano, platicábamos de mil cosas pero no se tocaba el tema. Para eso ya íbamos en el segundo tequila con la segunda cerveza cuando me comentó: Estoy muy apenado con ustedes por lo que pasó. Gaby es una excelente mujer, pero andábamos muy tomados, te pido una disculpa. Tienes toda la razón Gaby es una gran mujer, pero no hay por que disculparse, pues los tres estábamos muy pasados de copas. La verdad es que nosotros teníamos la fantasía de que ella lo hiciera con otro tipo, y tú fuiste el elegido. Pero no vayas a decir nada. ¿heee? No como crees que voy a ser tan tonto de abrir el hocico, pues de inmediato ...
... perdería la amistad de ustedes, ojalá me den otra oportunidad. Con los tequilas estábamos bastante desinhibidos. Explícame eso de que Gaby lo hiciera con otro. Le comenté; teníamos la fantasía de hacer un trío lo habíamos deseado al momento de tener sexo, jugábamos a que otro tipo estaba con nosotros mientras Gaby me daba una mamada yo le metía un consolador de látex, pero nunca pensé que se haría realidad. Desde que vi a mi esposa con el disfraz de niña porno señal que andaba ganosa, y tú que le veías con deseo su trasero se me prendió la idea del trío, por eso no la dejé que se cambiara de ropa. Le pregunto a Antonio: ¿Te gusto mi mujer?. Ufff, me fascinó es la mejor mujer que me he cogido; recuerdo cuando subió a la escalera y le vi ese hermoso trasero con las pantaletitas de red me volvió loco, luego cuando me acerqué a detener la escalera pensé que estaba soñando, me dieron unas ganas tremendas de acariciarlas. Le respondí: Pero no te quedaste con las ganas, pues bien que se las acariciaste ¿verdad?. ¿Te diste cuenta?. Claro que sí los vi. Cuando subió a la parte más alta de la escalerilla tú la sostenías, luego metiste una mano por la parte interna de sus muslos para “sostenerla mejor” le diste unas buena estrujada de muslo, al bajar Gaby la escalera le rozaste la mano por sus nalgas. Pinche Toño tan cabrón. Se puso como tomate de lo apenado que estaba. Lo vi tan apenado que le confié; ¿Sabes?. Yo tuve la culpa de todo pues le pedí a mi esposa que te excitara un poco. ...