Un extraño en la duchaEra una noche de verano bastante calurosa y estaba sola en casa, mi adorado Víctor se había ausentado un par de días por negocios.Después de una cena liviana, me recosté en el sofá del comedor y me entretuve un largo rato mirando televisión. Al final me venció el sueño.Pasada la medianoche me desperté algo sobresaltada. Estaba empapada en sudor, tal vez por causa de alguna pesadilla o un sueño más placentero.Me levanté para tomar una ducha; allí podría masturbarme y después me iría a la cama, no solo estaría limpia, sino además relajada…Ya en el baño me quité la camiseta de algodón y mi pequeña tanga.Abrí el agua y cuando estuvo bien templada, entré a la ducha. Dejé que el agua corriese sobre mi cuerpo y me mojase toda. El vaho que producía el agua caliente caldeaba el lugar. El ambiente era cálido y húmedo a la vez.Entonces antes de enjabonarme, hundí mis dedos entre mis labios vaginales y comencé a acariciarme el clítoris… Estuve un rato así, hasta que mis pezones se erizaron con el agua tibia y de repente sentí un orgasmo bastante intenso, que venía desde lo más profundo de mi cuerpo. Saqué los dedos de mi concha justo cuando comenzaba a acabar y tuve que apoyarme contra la pared azulejada para no perder el equilibrio…Después me sentí relajada; recuperé la respiración y comencé a enjabonar mi cuerpo, ignorando que desde la puerta entreabierta del baño alguien me espiaba y con cada roce de mis manos sobre mi cuerpo, se excitaba cada vez más…El agua ...
... se llevó los restos de espuma y luego cerré las canillas y salí.La toalla que había preparado para secar mi cuerpo estaba en el suelo. Me dispuse a agacharme para recogerla cuando noté que una firme mano sobre mi espalda me impedía levantarme.Me sentí totalmente indefensa mientras aquel extraño, de quien ni el rostro podía ver, seguía el recorrido de mi cuerpo con sus dedos. Ejerció más presión sobre mi espalda, hasta conseguir que me arrodillase. Se colocó tras de mí; se inclinó y se puso a jugar con mis cabellos húmedos.Me tomó por los brazos y me obligó a apoyar mi mentón contra el suelo mojado; al mismo tiempo me separó las piernas…Aquel hombre se sentó sobre la tapa del inodoro, ahora frente a mi cabeza. Sin apuro desabrochó sus pantalones y puso ante mis ojos su verga dura. Me aferró por los cabellos y tironeó de ellos hasta arrastrarme frente a ella.Abrí mi boca para protestar, pero me dio una bofetada en la cara. Saqué mi lengua para lamer aquella pija erecta y comencé a cubrirla con saliva…Mi calentura iba en aumento. Sin que el tipo pudiera verme, llevé dos dedos a mi clítoris y comencé a acariciarme muy suavemente y en silencio. Pero estaba tan excitada que olvidé la presencia de ese extraño y comencé a gemir y a jadear cada vez en un tono más alto.De repente me sacó la verga de la boca y empezó a masturbarse de forma enérgica. Yo cerré los ojos y mantuve mi boca abierta, esperando su permiso para llevármela hasta el fondo de mi garganta otra vez…Me tomó por los ...