Noches de luna
Fecha: 29/12/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Desde hace unos años a la fecha dicen mis cercanos que me voy, me alejo sin que nadie sepa dónde encontrarme a pesar de llevar mi note y mi celular, nadie puede comunicarse conmigo. Solo yo puedo ingresar a un archivo que me hace recordar lo vivido en ese tiempo y llorar de impotencia porque no puedo evitarlo.
Asistí ,antes de que esto empezara, a una reunión a orillas de un lago, allí estaba solo gente que se dedicaba a la magia, un amigo con quien estaba en relaciones seximentales me convenció de ir, creo que con la esperanza de quedarse conmigo pues disfrutábamos de sexo espectacular.
Al llegar nos dieron un brebaje raro del que traté, disimuladamente beber solo un sorbo, estábamos en luna negra (cuando desaparece la luna), al poco todos volaban en su onda y me felicité de no haber ingerido la droga, estaba mirando con mucho aburrimiento cuando unas manos me alzaron del suelo y me llevó así a un bosque cercano.
Quise hablar pero no podía articular palabra, ¡diablos, pensé para mis adentros, es como si no tuviera voluntad! Y recordé al paso que no pude quitar mis ojos de un hombre de edad mediana, de barba bien cuidada, túnica negra, que también miraba fijo a mis ojos con los suyos de tono gris según pude fijarme después, yo sentía un poco de temor pero a la vez me resultaba conocido de mucho tiempo. En un claro del bosque se detuvo y me puso de rodillas frente a él que sin dejarme huir de su mirada empezó a hacer una invocación a Lilith agradeciendo su regalo ...
... para obtener energías. Luego subió su túnica y antes que yo pudiera reaccionar me desnudó y me clavó en su picana, era fenómeno el ancho sentí que me rajaba entera y aullé, pero no salió nada de mi boca, solo sentía que el hombre me sacaba y me entraba de ese aparato de tortura que era de carne, desde las 22:00 hasta la 06:00 no dejó de culearme con furia, yo largaba y largaba orgasmos que, desde mi concha resbalaban a mi culo y caían, cuando me dejó de culear, mi útero tenía 16 descargas de su leche, que raramente no salían cuando me sacó su pico, pero sí salieron cuando me puso un receptáculo donde cayó todo su semen, apretó mi nariz y me lo hizo beber todo, él se bebió mis descargas que habían sido recibidas por otro contenedor, luego estaba vestida tendida al lado de mi amigo y el hombre me miraba fijo y en mi mente resonaban palabras de él:
“Has sido por demasiado tiempo mi hembra negra, hoy que huiste a lo blanco me ha costado mucho encontrarte, como no puedo romper tu decisión, solo puedo tenerte en lunas menguantes y negras, a partir de hoy has vuelto a pertenecerme y no tendrás sexo con ese individuo, sentirás un gran dolor en tu concha todo el día, esta noche volverás aquí a las 22:00, es la segunda noche de nuestra ama Lilith! No tendrás voluntad para oponerte ni querrás huir, eres mía!” Y se esfumó.
Despertó mi amigo y volvimos al pueblo donde alojábamos, quiso descansar y dormimos hasta las 18:00, quiso sexo y no pude, un dolor intenso en mi concha, además de ...