Sábado de tarde en tu casa
Fecha: 15/09/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos
Mi querido Primo-amor, recuerdo….
Que era un sábado de mañana, me levanté de la cama, fui al baño, abrí la canilla del agua fría, y me lavé la cara una y otra vez, porque había soñado contigo toda, pero toda la noche.
La mañana transcurrió como casi todos los sábados haciendo mandados y hablando con amistades por teléfono, pero me pasé pensando en vos absolutamente en todo momento.
Llegó la hora de almorzar, y conversando de todo un poco, le pedí prestado el auto a mi padre, para salir luego de comer, a lo que recibí la autorización para poderlo hacer. Ya en ese momento, mi mente se descontroló totalmente, y empecé a discernir, que en lugar de salir con mis amistades para “cargar” chiquilinas o ir a tomar algo, podría ir hasta tu casa, para poder gozar contigo como sólo vos me hacías gozar.
Terminamos de almorzar, le pedí las llaves del auto a mi padre, bajé hasta la calle, y me subí a él.
Durante todo el trayecto rogaba para que estuvieras en tu casa, ya que en esos tiempos no existía el celular, y vos aún no tenías teléfono fijo en tu casa. Mientras tanto, fui pensando en todo lo que íbamos a poder hacer, ya que tenía un par de horas con el auto antes de devolverlo, y te reitero, rogando a que estuvieras.
Finalmente llegué a tu casa, paré el auto, me bajé, me dirigí hasta la puerta de tu casa, golpeé la puerta, y nada. No recibí respuesta.
--“¡No puede ser!”, me dije y golpeé otra vez.
Esta vez, sí oí que empezaban a abrir la puerta con llave, y ...
... cuando se abrió la puerta, ahí estabas vos. Hermoso, hercúleo, con una cara de casi dormido.
--“Hola”, te dije, “papá me prestó el auto, y pensé en seguida en venir a verte porque me pasé toda la noche soñando contigo. Y como vos me dijiste una vez, que esto que estamos haciendo no lo hiciera con nadie más, me vine para acá. ¿Querés acostarte conmigo o me vuelvo para casa?”
Vos te sonreíste y dijiste:
--“Noooo, por favor entrá… Yo también soñé contigo. Y además, en serio, no lo hagas con nadie más. Cada vez que tengas ganas, venís, y si estoy, quedate tranquilo que nunca te voy a decir que te vayas”.
(Lo que nunca supiste, es que pasados los años, me acosté con un travesti, un par de veces y últimamente con otro hombre. El único “otro” hombre).
--“Gracias mi vida”, te respondí, entré y cuando cerraste la puerta, nos dimos un beso “de aquellos”. Realmente, habíamos soñado el uno con el otro, y también efectivamente, nos amábamos, corrijo, todavía nos amamos.
Besándonos fuimos hacia tu cuarto, en el cual tenías una cama de dos plazas, y entonces me dijiste:
--“Pará que ya vengo”, y escuché que te dirigías hacia la cocina, y me imaginé que ibas a buscar la manteca…. Me sonreí y empecé a quitarme la ropa.
--“No te saques la ropa, porque de repente viene M. y nos pesca in fraganti”, me dijiste saliendo desde la cocina, y cuando entraste al cuarto, yo ya estaba desnudo de mi cintura para abajo, parado a un costado de los pies de la cama y dándote la espalda, te ...