1. El regalo


    Fecha: 13/11/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: espiro, Fuente: RelatosEróticos

    Después de años en parejas nuestra relación se estaba enfriando. Decidimos hacer algo diferente que nos pusiera las pilas. Nos marchamos de vacaciones a Tailandia. Visitamos el país y nos dimos una sesión de masaje. Sin que mi mujer Silvia lo supiera, la prepare una sesión un tanto especial. Hable con la encargada mientras que mi esposa se desnudaba y se tumbaba en la camilla. Me tumbe al lado de ella en otra camilla y la dije, déjate llevar y disfruta del masaje, es mi regalo. A continuación entraron dos masajistas femeninas, nos quitaron los batines cortos que teníamos y con una luz tenue empezaron su trabajo. Silvia me miraba un poco cortada al quedarse desnuda de cintura para arriba y siendo tocada por la chica oriental, pero las avilés manos llenas de un aromático aceite, el olor de una hierbas que humeaban, y el calor pegajoso reinante envolvieron a mi esposa en un trance sexual cada vez mas caliente. La chica sobaba la espalda, costados y caderas con suma delicadeza, pero empezó a bajar por las nalgas quitando la toalla que la tapaba. Silvia abrió los ojos como pudo, me miro y los volvió a cerrar, como si un sueño la posellera.La otra masajista también me sobaba mi espalda y como a mi mujer también empezó a acariciarme las nalgas y piernas. La situación cada vez era mas caliente pues la hábiles manos se acercaban a zonas delicadas .Vi como al meter las manos por el interior de los muslos Silvia separaba lentamente las piernas ofreciendo el tesoro rapado. Los dedos ...
    ... empezaron a juguetear con los labios carnosos y bastante húmedos. Silvia soltó un pequeño quejido de placer al sentir como dos dedos entraban dentro de ella, acompañando el movimiento de entrada y salida con los de su cadera. Nos dieron la vuelta, y empezaron a tocarnos el pecho de forma que los pezones de los dos se nos pusieron de punta, sobre todo los de Silvia que sobresalía de una perfecta montaña dura. La masajista en un momento se metido un pezón en la boca después de haberlos sobado lentamente con la lengua y Silvia la empezó a acariciar la negra melena de la cabeza queriendo recompensarla. Me estaba poniendo a cien al ver a mi esposa entrar en un juego sin poner ninguna prava. Las manos de mi masajista bajaron por mi costado, se agarraron pringadas de aceite a mi pene y empezaron a suaves caricias , consiguiendo una erección inimaginable. La chica de Silvia también bajo pero con la boca, lamiendo sus costados, ombligo y por fin con ayuda de las manos de Silvia su afeitado coño.Cuando la lengua toco los labios, Silvia levanto las caderas separando las piernas, ofreciendo la raja abierta y empapada a lengua inquieta. Mi masajista mientras me dedicaba una chupada perfecta, sin prisa, lentamente entraba y salía de su boca la estaca, jugando con la cabeza, dándola suaves mordiscos. No pude aguantar más, la intente quitar la cabeza para no mancharla pero ella se agarro al mástil insertándoselo más profundamente en la boca y tragándose toda mi caliente leche. Mientras observe ...
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