Pecado mortal - Relatos Eróticos

Pecado mortal

Necesito contarle a alguien esta culpa que me llena el alma, ojala me comprendan. Soy una señora colombiana, me lamo Doris, tengo 60 años, soy una mujer muy creyente y temerosa de Dios, dos hijas casadas, y la culpa de lo que hice me va a pesar hasta el día de mi muerte. Mi hija menor tiene 28 años y su marido tiene la misma edad, hace dos años que se casaron y todavía no tienen hijos, son muy trabajadores, viven conmigo en mi casa, nos llevamos muy bien los tres, hasta ese fatídico día. Mi yerno Camilo no fue a trabajar, es un chico muy apuesto, elegante, alto, fuerte, yo hasta ese momento lo veía como mi hijo. Como decía, ese día no fue a trabajar, y estábamos los dos en casa, cuando él me sirve un trago, yo no estoy acostumbrada a beber, pero por no despreciarlo se lo acepté, mientras bebíamos ese trago, yo hacía las tareas de la casa y él se fue a bañar. Al rato lo veo con un pantalón corto y su torso desnudo, estaba cómodo y en su casa el chico, así que no lo tome a mal, me sirvió otro trago, al que me bebí mas por obligación que por placer, me sentía un poco mareada, y Camilo me dijo que me recostara un rato, hacía un calor tremendo, y le dije que si, que me iba a recostar, me acompañó hasta mi dormitorio, me quitó las sandalias y me acomodó sobre la cama, pero estaba incomoda, el vestido que llevaba puesto, aunque era liviano me incomodaba, pero no quería quedar en interiores delante de mi yerno, intenté dormir, pero no podía, hasta que me lo quité, así, mas liviana ...

... de ropa, concilie el sueño, pero se nota que estaba teniendo pesadillas, ya que en un momento dado me despierto y estaba Camilo sentado al borde de la cama, yo me quise morir, al ver que estaba solo en brasier, ya que con algún movimiento me había sacado el calzón, estando desnuda de cintura para abajo. Mi yerno estaba sentado al borde de la cama y me miraba, "hay Camilo, que pena que me hayas visto así, que pensarás de mi", le dije, avergonzada de como mi yerno me había encontrado, intentando tapar mi desnudez con mis manos, noté que Camilo tenía su pene duro, eso me dio mas pena, no solo mi yerno me estaba viendo desnuda, sino que yo le miraba el pene, la vergüenza me comía, hasta que siento su mano pasar sobre mi bello púbico, "que haces, por Dios", le dije al sentir su caricia, pero lejos de sacar la mano, me empezó a acariciar la vagina, "no por Dios,que haces, soy tu suegra, la madre de tu esposa", le dije, intentando que deje de acariciar mi vagina, Camilo estaba como en trance, viendo y acariciando mi vagina peluda, se puso en pie y se quito el pantalón corto que llevaba puesto y vi su pene, duro, largo, nervudo, con una cabeza enorme, yo me quería morir, y Camilo se acostó a mi lado, metiendo su mano debajo del brasier que llevaba y me empieza a acariciar los senos, con una mano agarro una mano mía y la dirigió a su pene, haciendo que lo agarre, lo sentí caliente, agacho su cabeza y siento como me empieza a besar y mamar los pezones, y su mano volvía a acariciar mi ...