Mi dulce Erika
Fecha: 10/10/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Ok, pues yo tengo a mi novia, tenemos actividad sexual regular, y pues no me quejo, pero tiene una amiguita, que esta buenerrima, tiene su carita inocente, de chiquita, sensualita, sexy, es un culazo con unos labios carnosos que se antojan, morena clara, de ojos de un verde impresionante pero lo destacable eran sus nalgas, abundantes y paradas con unas piernas torneadas con gruesos pero firmes muslos, tenia como 2 años de conocerla y lo único que quería era cogérmela, pero por el ano, no se por que tenia esa idea, pero es que tiene unas nalgas tan deliciosas, que se dejan entrever a través de sus pantalones o de sus faldas, exquisita.
Lo que paso fue que en el cumpleaños de mi novia, fuimos a bailar, y nos acompaño su amiguita con su novio, después de la diversión decidimos regresar pero ellas dos estaban hasta atrás, nos fuimos en mi carro y dejamos primero al chavo en su casa, después nos fuimos para dejar a su amiga, pero como estaba pedísima, pues nos pidió que no la lleváramos a su casa por que la podían regañar, entonces fuimos a mi casa (vivo solo), y allí estuvimos platicando en la cocina, hasta que mi novia se quiso ir a mi recamara.
La lleve y platicamos un ratito, cuando terminamos se quedo dormida.
Fui a ver a su amiga, estaba bien dormidota, y la cargue para llevarla a la sala, fui por una cobija, y cuando regrese le vi sus nalgas me impresionaron y dejó ver entre sus piernas un mechón de vellos oscuros, solo fue un instante pero fue una visión ...
... gloriosa. Redonditas y grandes; como traía minifalda, pues se la subí y le acaricie las nalgas, las tenia suaves como durazno, claro que no me perdí el gusto de besárselas y acariciárselas con la cabeza de mi pene, estaban tersas, riquísima.
No me pude contener y le hice a un lado la tanga y le lamí su concha, entonces medio reacciono y me detuve, se volvió a dormir y le seguí. Cuando empezó a gemir pensé que se iba a despertar, y si, se despertó, me vio a los ojos y yo pensé que iba a armar un escándalo, pero no, se limito a sonreír y se mordió los labios con ganas acariciándome el cabello, entonces seguí haciéndole sexo oral, a ella se le erizaba la piel y gemía dulcemente, solté el cierre de su faldita y esta se cayó por su propio peso, seguidamente le tocó el turno a tanga que por cierto la rompí, ella abrió sus piernas todo lo que el sillón le permitía, la imagen resultante era de lo mas erótico que imaginarse pueda, recorrí sus piernas con mis manos de abajo arriba, muy lentamente, acaricié sus muslos con suavidad, dándole al mismo tiempo besitos sobre su pubis, mientras con una mano seguía acariciando la cara interna de sus muslos con la otra inicié una caricia enervante del exterior de su vagina, le separé dulcemente los labios y con un dedo excité su clítoris, no le dejaba en paz su clítoris, se lo aprisionaba con los labios y luego succione suavemente, ella se retorcía y decía no se que tanta cosa, se frotaba los senos con fuerza para aumentar su excitación. Hasta que se ...