1. El quiosco de revistas


    Fecha: 15/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... empezaba a culearme suavemente.
    
    Te gusta perrita, te gusta como tu macho te da por el culo, ¡eh! Me decía mientras metía y sacaba su polla en mi culito.
    
    Mientras el quiosquero me daba por el culo, yo caliente y excitado, echaba mi culo hacia atrás, notando como su pelvis pegaba en mi culo al entrar su polla en mí. Aquello me estaba encantando, tenía la polla dura y tiesa a más no poder, y notar como la polla del quiosquero me taladraba el culo, me hacía jadear y gemir como una perrita en celo, ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ohhh! Gemía mientras me daba por el culo.
    
    De vez en cuando se escuchaba pasar algún coche, los ladridos de algún perro, y el plof plof plof, de la pelvis del quiosquero, golpear mi culo cada vez que me ensartaba su polla.
    
    Te gusta perrita, te gusta como te folla tu macho, ¡eh!
    
    Claro que te gusta perrita, ya sabía yo que te iba a gustar, me decía sin dejar de follarme. Metía y sacaba su polla de mi culo, cada vez a mayor velocidad. Ya sudábamos los 2 como si aquello fuera una sauna. Mi polla ya empezaba a gotear semen y a bambolearse en todas las direcciones. El roce que su polla le daba a mi próstata me estaba haciendo delirar de gusto, y no tardaría mucho en correrme.
    
    Pero el que se empezó a correr, fue el quiosquero, que, clavándome los dedos en las caderas, y dando unas fuertes envestidas, empezó a chillar que se corría, ¡ohhh perrita! Me corro, me corro, me corro, gritaba. ¡Ohhh que gusto! ¡ohhh que gusto! ¡ooohhh que gusto!
    
    Dios, me había ...
    ... levantado los pies del suelo y clavado la polla bien profunda. Había notado como se hinchaba el glande de su polla en mi interior, y empezaba a soltar trallazos de esperma, regando mis entrañas. El muy cabrón del quiosquero me había dejado bien preñado el culo con su semen.
    
    El quiosquero apoyado su cabeza sobre mi espalda, se iba reponiendo mientras me besaba y lamía la espalda y me decía, ¡ohhh que bueno! ¡ohhh que bueno! Que culito tan rico tienes y que bueno ha estado perrita. Ya te he dejado bien preñado, ya sabía yo que te iba a gustar, maricón, ves cómo has disfrutado, me decía llevando su mano a mi polla y viendo cómo estaba goteando semen sin parar. Mira como derrama la lechita tu polla, te ha gustado, ¿eh?
    
    Te ha gustado cómo te ha follado tu macho, ¿eh perrita?
    
    No hizo más que tocarme la polla y darle 2 meneos, haciéndome que explotara derramando mi semen en su mano.
    
    ¡Ohhh! ¡ooohhh! Gritaba empezando a eyacular sobre su mano.
    
    Así perrita, así, córrete, decía el quiosquero meneándome la polla mientras eyaculaba sobre su mano. Aún me tenía ensartada la polla en el culo cuando yo terminé de correrme sobre su mano.
    
    Nada más terminar de eyacular, pasó su mano con mi esperma por mi vientre y barriga, luego sacó su polla de mi culo, la cual aún estaba tiesa, agarró unos trapos, y nos limpiamos con ellos.
    
    ¿Te ha gustado? Me preguntó.
    
    Sí le contesté.
    
    Claro que me había gustado, de hecho, aún me temblaban las piernas, y cada vez que el quiosquero me ...