1. El quiosco de revistas


    Fecha: 15/09/2019, Categorías: Infidelidad Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    Después de licenciarme en el servicio militar a los 21 años, haber sido desvirgado mientras cumplía el servicio militar, hacía más o menos un año de esto, y haberme encantado, me aficioné a comprar revistas pornográficas, no es que hubiera muchas, la mayoría más que pornográficas, eran eróticas que contenían fotos sensuales, direcciones de contactos y algún que otro relato.
    
    Cuando iba a comprar alguna de estas revistas, por vergüenza, lo hacía lejos de donde vivía y procuraba que no fuese siempre el mismo quiosco. Pero claro, esto no era siempre así, por lo que me acostumbré a ir casi siempre al mismo quiosco, era el que mayor confianza me daba. Lo llevaba un hombre de unos 40 o 45 años, por lo que la mayoría de las veces recurría a comprar en dicho quiosco. Compraba la revista que me gustara, siempre buscaba temas homosexuales, y para disimular siempre compraba algo más, solía ser tabaco, otras veces algún diario o revista de fútbol, etc.
    
    Por supuesto que aquel hombre me caló a la primera, eso lo supe tiempo después, el caso es que un día, siempre solía ir a última hora de la tarde, después de estar ojeando varias revistas a ver por cual me decidía, le pedí un paquete de tabaco y al verme el quiosquero que no me decidía por ninguna revista, sabiendo él de sobras lo que yo buscaba, me dijo, tengo aquí unas que he traído hoy y te pueden gustar, pero todavía no me a dado tiempo a colocarlas. Ven por aquí me dijo abriendo la puerta del quiosco y échales una ...
    ... ojeada.
    
    Muerto de vergüenza y colorado como un tomate maduro, me acerqué a donde me decía el quiosquero. Ven pasa, me dijo haciéndome espacio en aquel pequeño quiosco. Mira estas revistas ya verás como te van a gustar, me decía cerrando la puerta del quiosco. Nada más ver las 2 primeras revistas, los ojos se me fueron a una de ellas, era una pequeña revista y en la portada ya se veía a 3 asiáticos desnudos manteniendo sexo, uno estaba dándole por el culo a un jovencito asiático, y el otro le estaba comiendo la polla mientras el otro le daba por el culo. Dios, aquella visión ya me puso bien palote, sujeté la revista con mis manos, y empecé a ojearla.
    
    Estas como puedes ver no las puedo tener a la vista, ¿que te parecen? Me decía llevando su mano a mi culo.
    
    Te gustan, ¿verdad?
    
    Yo muerto de vergüenza, colorado como un tomate y excitado con aquellas fotografías, notando como el quiosquero me sobaba el culo, le contesté que sí, moviendo la cabeza en señal afirmativo.
    
    Ya sabía que te iban a gustar, me decía sin dejar de manosearme el culo. Mira más ya verás que buenas son, échales un vistazo por dentro ya verás, me decía siguiendo con su manoseo de mi culo.
    
    Yo paralizado por la vergüenza y excitado como estaba, no decía nada, le dejaba que me fuera manoseando, mientras con nerviosismo iba ojeando aquellas revistas.
    
    Por supuesto que el quiosquero no dejó pasar la ocasión, llevó su mano a mi paquete, viendo como estaba de excitado, ¡ufff como estás! Me soltó mientras apretaba mi ...
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