Despedida de la ciudad
Fecha: 03/09/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Elzita Zorrita, Fuente: CuentoRelatos
... de linda creo que usted es muy fogosa, ¿qué le parece si pasamos a la cama?
- Me parece bien… Vamos… (Pensé: ¡Por supuesto baboso, ya sabías que me ibas a follar!)
Con esa respuesta, de inmediato se metió al baño a cambiarse. Y yo me fui a la cama, me desnudé y senté reclinada en la cabecera con las piernas bien abiertas muy putinga.
Le hacía gestos de burla a mi maridito, enseñándole mi chucha y haciendo gestos con la mano de que me iban a coger…
El hombre salió desnudo, de pica ya dura y apuntándome, sin dudar, ny sin cariñitos, se me vino encima, metiéndome el garrote de una buena vez. No era romance, se estaba cogiendo una piruja sin vergüenza, no había duda. Y me chingó bien chingada.
Para mejorar el espectáculo, me moví un poco con cuidado, mejorando el ángulo de visión, a manera de darle un buen espectáculo a mi gordo. Podría ver bien como su zorra tenía un palote bien metido por la buchaca. Y como movía las nalgas al ritmo.
Mi jinete de ese día terminó rápido, se vistió y salió sin más. Me quedé como estaba, llena de leche y de piernas abiertas. Felices, mi marido me montó culeándome y descansamos felices.
Al día siguiente…
Era nuestra última noche, por lo que decidimos despedirnos de la ciudad. Llegamos cansados y dormimos una siestecita. Al despertar, decidimos tener nuestra última aventura en esa ciudad.
Llame a servicio de cuarto preguntando por Fulano, cuando atendió, le pregunté si le interesaría traerme algo de nuevo. De inmediato ...
... dijo que sí. Agregué que trajera a su compañero de la víspera para ayudarlo. ¡Por supuesto!
Ya sabíamos que no necesitaría mucho arreglo. Vestí solo la panti y un sostén de media copa que dejaba los pezones a la vista. Así abrí la puerta, sin ninguna vergüenza. Mis jinetes entraron y sin más el que ya me había cogido, me manoseaba, el otro se esperó un poco viéndome y tomó turno. El primero se fue a cambiar y comencé a ser cachondeada y manoseada por el segundo que además me encueró (algo muy fácil). Cuando el segundo se fue a cambiar, el primero, sin mucho preámbulo, me inclinó sobre la cama para chingarme, era una verga muy gruesa y sabrosa
-Pensaba: ¡Que buena follada pinche putota cabrona, que chinga me van a meter! ¡Te lo mereces por perra! Siii…
Y si, cuando llegó el segundo se fue adelante y me puso a mamar, en lo que lo complací con gusto. El de atrás también quiso que lo mamara, lo que hice de inmediato. Pronto me llenó la boquita de leche, y le deje la verga limpita, limpita.
Decidieron hacer una doble, uno se acostó con el garrote bien duro y me pidieron que lo montara, me le subí y agarrándole el instrumento me lo metí por la pucha, el otro se puso atrás y me rompió el culo. Fue muy sabroso y me vine dos veces. No podía parar de venirme. Los dos me esporrearon y se fueron sin ceremonia, seguro comentando lo puta que había sido. No tenían mucho tiempo
Mi maridito entró feliz y ardiendo de cachondez…
Cogimos y no parábamos de comentar qué buena ...