HABITACIÓN 103 –almas gemelas-
Fecha: 13/08/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: teomiranda, Fuente: RelatosEróticos
... labios y se preguntó por esa sensación, por una sensación tan placentera que no recordaba desde los primeros encuentros con el que hasta hace unas horas había vivido; sintió que se humedeció, su sexo se humedeció, sus manos comenzaron a sudarle de una forma agradable, con una picazón sutil y fresca, estaba teniendo un orgasmo?, se preguntó; algo así recordó que le contó una de las pocas amigas de su edad que algún día le visitaron en casa, presumiendo de encuentros con varones.
CAPÍTULO V
Aunque no pudo dormir demasiado en la noche del jueves, aún cansado del viaje de casi once horas, no pudo casi conciliar el sueño, la demanda de divorcio pendiente para la firma, aunque no le preocupaba, se estaba dando cuenta que no le preocupaba, si le molestaba, sobre todo le molestaba que le había robado el sueño, la tranquilidad.
Todo el viernes lo había pasado recorriendo, como siempre hacía, sus tierras y comprobando los acopios de café para la exportación y distribución, ahora estaba disfrutando como casi todos los viernes desde hacía ya seis años, de un trago; no tenía sueño, el cansancio no le había hecho mella y además a diferencia de todos esos viernes anteriores, estaba a punto de aprovechar, así creía, una buena oportunidad.
Con sus ojos penetrando en ella; ella a escasos metros de él distraída, triste, melancólica, acomplejada, linda, muy linda, así le parecía.
Sintió de repente como una descarga eléctrica en su pene, una de esas descargas de pila de un voltio ...
... y medio, algo agradable, que recorrió toda su longitud partiendo desde su escroto, como la cosquilla agradable de unas uñas femeninas paseando por él, uf!, tuvo que removerse en su asiento para no tocarse, cosa que era lo que más le apetecía en ese momento; justo estaba en esos pensamientos pero sin perder la vista de aquella mujer, se percató de un extraño movimiento de ella, como si quisiera acomodarse en su silla después de que alguien le hubiera pasado un dedo desde abajo a arriba de la columna, como si hubiera sufrido un escalofrío. Curioso gesto se dijo, pero encantador por otro lado.
De repente ella, como avisada por un golpecito en el hombro, volvió la cara hacia donde él estaba y se dio cuenta de su mirada, de su mirada y de su gesto, como un recomponerse en la silla donde estaba sentado, como un escalofrío, ese gesto a ella le hizo gracia y sin querer esbozó una sonrisa que se cruzó con la de él, en el momento que calificó de encantador el gesto de ella.
El hombre que aprovecha cualquier oportunidad en busca de fortuna no lo pensó una segunda vez y se levantó de su silla para acercarse a ella; ella estaba sintiendo que se acercaba, que no estaba lejos, pero se le hizo eterno sin saber porqué, deseaba sin explicación alguna que ese hombre se le acercara, deseaba escuchar su voz, necesitaba inexplicablemente sentir su aliento cerca y se estaba haciendo una eternidad la llegada de ese momento; hasta pensó que no era tan larga la distancia entre ellos, para una ...