Los socios de mi esposo
Fecha: 01/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Dann_arte, Fuente: CuentoRelatos
... y descomplicada no te preocupes mi nuevo socio, jajaja.
Le di un beso para que dejara los nervios, seguimos subimos al ascensor, él se quedó mirándome y me dijo que me amaba que estaba hermosa y que el seria la envidia de la fiesta, yo sonreí. Entramos en el salón, era algo mágico enorme, con un mirador hermoso e incluso con una gran piscina a pesar de ser el último piso era realmente grande y lujoso.
Al momento de entrar, nos robamos las miradas de todos los que asistían al evento, yo tenía un traje especial para el evento el cual voy a mostrarles con una foto que me tome ese día justo antes de salir de mi apartamento.
—Vaya pero si es el nuevo socio y homenajeado, acompañado de esta preciosa mujer, la tenías muy escondida Andrés.
—Don Marcos como esta, le presento a Daniela mi esposa.
—Mucho gusto señorita es usted realmente despampanante.
—Muchas gracias señor, encantada de conocerlo.
—El gusto es mío, reina.
Me dijo ese hombre y de inmediato me tomo de la mano y llevo hacia el para darme un beso en la mejilla. Don Marcos era un hombre de aproximadamente 50 años algo tosco y ordinario para mi parecer, alto y gordo y su vestimenta era más bien de un ganadero traqueto, que de un empresario como yo pensaba. Nada que ver con la elegancia y la belleza de mi esposo.
—Pero, no se queden aquí parados vamos a la mesa donde están los demás. —Dijo don Marcos, mientras ponía su mano en el hombro de mi esposo.
Llegamos a la mesa y ahí estaban lo demás, ...
... los cuales se quedaron viéndonos y sonrieron. Estaban los otros dos tipos sentados junto a sus esposas, unas mujeres ya mayores pero muy atentas elegantes y amables, no parecían las esposas de los demás señores.
—¡Buenas noches!
Saludamos al unísono Carlos y yo.
—¡Pero, hombre Carlos que bien acompañado estas!
—Si, que deleite de mujer.
Dijeron ambos mientras me miraron de arriba abajo, yo solo mire y sonreí mientras las esposa me saludaban de beso y abrazo, con una formalidad y atención que me tranquilizaron. Nos hicimos en la mesa yo quede sentada al lado de mi esposo en la derecha y en la izquierda se hizo don marcos seguido de su esposa.
Lego la cena, unos vinos, risas van risas vienen yo trataba no actuar de manera que no incomodara a los señores ni a sus esposa, solo reía y trataba de no opinar para no ir a embarrarla, de pronto don Ricardo se quedó viéndome y con un tono malicioso me dijo.
—Pero que callada y tímida eres, ¿danielita es que te llamas?
—Sí señor, Daniela.
Respondí mientras me sonrojaba y todos echaron a reír.
—No pares bolas —dijo la esposa de don Ricardo. Jajaja.
De pronto don marco se paró de la mesa y con tono amble dijo.
—Bueno, es momento de firmar unos documentos y hacer negocios, señores vamos al salón privado mientras las señoras discuten de lo que saben, de moda y cosas así. jajaja
Ellos se pusieron de pie, mientras don marcos ponía su mano en mi cuello y la deslizaba por toda mi espalda suavemente, hasta ...