Juego de Amigas
Fecha: 27/07/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Luna y Camila han sido amigas toda su vida, crecieron juntas pero a los pocos años los padres de Camila decidieron irse del país; sin importar esto las niñas intercambiaban correos casi diariamente, se contaban sus historias, su primer beso, su primer roce, su primera experiencia sexual con lujo de detalles. Fueron pasando los años y los comentarios eróticos comenzaron a aumentar.
Para Luna era normal confiarle a su amiga sus sueños húmedos, sus deseos más intensos y siempre pensó que así debía ser una amistad, intensa y honesta. Lo que no sabía es que Camila no se sentía igual.
Camila había crecido y a sus 21 años se había dado cuenta que se sentía atraída hacia las mujeres, pero nunca se lo había comentado a Luna, deseaba demasiado esas anécdotas en las que le detallaba como se había explorado la primera vez, acariciando sus senos, jugando con sus pezones y metiendo suavemente los dedos en su vagina, húmeda y deseosa, ese éxtasis de escuchar a su amiga, de leer esos detalles, eran lo que más lograba descontrolarla.
Luna tenía tan solo 17 años, y a pesar de la diferencia de edad habían logrado mantener esta amistad, Camila había estado ahorrando y había recolectado lo suficiente para hacer su primer viaje a visitar a su amiga, ambas estaban entusiasmadas, pero por cosas diferentes.
Llego el día del encuentro, cenaron en familia, sobraron las risas, los abrazos en que Camila sentía los senos de Luna pegados a los de ella, solo ese dulce roce hacia que todo ...
... dentro de ella se estremeciera.
Llego la hora de dormir y como no lo hacían hace muchos años decidieron compartir la cama, como cuando eran niñas, hasta que Luna se rindió ante el sueño y se profundizo.
Camila veía su pijama (vestido corto y ajustado) tan ceñido a su cuerpo que no pudo resistirlo y comenzó a pasar sus dedos por su cuello, pero Luna no se despertaba así que decidió continuar, paso sus dedos por sus muslos, sintió el calor de su entrepierna, subió por su ombligo y Luna aun permanecía inmóvil, no había nada que la detuviera.
Así que paso sus manos por sus senos y sintió como sus pezones se alzaban al tacto, fue inevitable correr su pijama y dejar sus dulces pechos al aire, suavemente se ubico sobre ella, cuidando cada movimiento, pero no, ya había sido suficiente tortura, lentamente acerco sus labios a sus pezones los lamió y en ese momento Luna se movió, pero parecía seguir dormida, así que Camila continuó, paso su lengua suavemente y en círculos alrededor de sus pezones hasta que su deseo fue tanto que decidió morderlos suavemente y chupo, en aquel momento Luna abrió los ojos, un instante que pareció eterno, se lleno de silencio el espacio y Luna sonrió levemente, esto fue suficiente para que Camila dejara de controlarse, bajo la ropa interior de Luna solo para descubrir una deliciosa humedad que tenía que probar, se coloco entre sus piernas y acerco los labios a su vagina y en el momento en que saco la lengua para saborear su clítoris… Luna se estremeció ...