Yo puta - Relatos Eróticos

Yo puta

... Dorado a Santa Mónica, si conoces la ciudad de México sabrás que son colonias muy cercanas, pero con 10 años no te puedes mover mucho.

Cambié de casa pero no de escuela, lo que en un principio fue muy bueno pues aun tenía amigos para chuparles su cosita. Pero surgieron dos problemas. Uno, ya sabía lo que era sentirse lleno, y no podía dejar de pensar en el dolor y el placer que ese pintor me hizo sentir cuando me violo desgarrando mi anito y dejándome adolorido y satisfecho por varios días, y dos que fuimos creciendo y los amigos a los que gustaba de chupársela, comenzaban a decir a otras personas y eso me incomodo mucho, pues tenía una reputación que cuidar, así que lo negué todo y deje de chupársela a mis tres mejores amigos, así que me quede sin vergas y sin amigos.

Pasaba las tardes en mi habitación con la brocha metida en mi culo pensando en el pintor y su pene tan sabroso y comencé a buscar cosas más largas y gruesas para mis juegos.

Pronto hice nuevos amigos cerca de casa a los que les chupaba su cosita de manera cotidiana, solo que ahora no cometí el mismo error, busque amigos en distintas calles que no se conocieran entre ellos. Krisna, Jauanelo, Marcos, Daniel, Sergio, son solo algunos de los más de 10 amiguitos a los que se las chupaba buscando encontrar aquel sentimiento. Sentirme Una Puta.

Ahora vivía a una cuadra del periférico y a una cuadra del terreno conocido como “El camino del diablo” en donde ahora está el centro comercial “Mundo E”, en ese ...

... lugar entonces no era más que un baldío con algunas cuevas y pastizales.

La casa ahora era más pequeña, y mis abuelos estaban constante mente en casa, pues vivían a una calle. Así que mis juegos eran cada vez más difíciles. Tardé casi dos años en convencer a mis nuevos amigos que me dejaran que se las chupara y solo uno de ellos, Marcos accedió a meterme objetos en el culo mientras yo se la chupaba. Pero con el tiempo encontré como solucionarlo. Robé algunas tangas de mi hermana, y de las mamás y hermanas de mis nuevos amigos, dos blusas, algunas faldas sostén, de todo. Y los lleve a una de esas cuevas que no eran más que viejas minas de arena abandonadas. También lleve objetos para meterme en mi culito, en el baldío encontré espejos rotos y en breve ya tenía todo listo. Vestuario, cosas para que mis amiguitos me penetraran, todo, por otra parte ya tenía 12 años y mis amigos igual.

Así comencé a invitar a mis amigos uno a uno a mi nuevo nido de lujuria, y pasábamos tardes geniales, hasta que un día estaba chupándosela a Marcos y entonces lo escuche decir, “Ya ves te dije que era cierto este wey es bien putito” me puse de pie tenia minifalda y una tanga de hilo color negra, mire y vi que se trataba de un niño con fama de abusivo y golpeador apodado “El pollo” a mí me era muy desagradable. Tenía unos 16 ó 17 años y todos le teníamos miedo incluyéndome.

Se acerco riéndose y me dijo, “Mira nada más que puta tenemos aquí” Yo guardaba silencio, hasta que dijo. Bueno es ...