Parque Infantil
Fecha: 25/07/2019,
Categorías:
Voyerismo
Autor: mecatronico, Fuente: SexoSinTabues
Soy Ingeniero Mecatrónico especialista en Telemetría; luego de graduarme hace unos años, entré a trabajar en una fábrica de máquinas para parques infantiles; ustedes saben, esas maquinitas o juegos que los niños disfrutan mucho porque al introducir una moneda ellas brincan o se mueven dependiendo de si son caballitos, motocicletas, aviones, etc. Un día, mi jefe me pidió el favor de visitar uno de estos pequeños parques infantiles que hay en los centros comerciales donde teníamos varias de estas maquinitas alquiladas y observara cual de ellas era la más usada por las niñas pues quería ensayar un nuevo diseño de dragón con pantalla al frente para simular un vuelo a través de un bosque y le interesaba saber cual era el movimiento de la silla que más atraía a las niñas para utilizarlo en el nuevo diseño. Llegué al sitio y le expliqué a la señorita dependiente que lo atendía lo que pretendía hacer; ella me conocía pues yo le prestaba mantenimiento a los equipos de vez en cuando. Me senté en un rincón donde no llamara la atención a observar la frecuencia de utilización que niños y niñas le daban a cada maquinita mientras tomaba promedios para sacar estadísticas, cuando de pronto llegó una nena de unos 6 o 7 añitos, acompañada de su mamá quien también parecía conocer a la dependiente, le hizo algunas recomendaciones a la niña y le dejó muchas monedas para que utilizara las máquinas mientras ella iba seguramente de compras. La niña se dirigió rápidamente al caballito de mar que ...
... estaba en el rincón más alejado del sitio, muy cerca de donde yo estaba, se subió muy contenta en la silla del caballito, introdujo la moneda y la maquinita empezó su movimiento pendular hacia adelante y hacia atrás con algo de ascenso y descenso a la vez. Aunque ella me quedaba de espaldas, yo podía observar perfectamente su cara pues al frente de ella había una jaula de muñecos con un gran espejo que me daba justo la imagen frontal de la nena. Aunque al principio no noté nada anormal en la utilización del equipo excepto la gran alegría que expresaba la nena en su cara a los vaivenes del caballito, cuando este se detuvo ella rápidamente y con evidente práctica sacó otra moneda de su bolsillo y la introdujo en la ranura para continuar con el juego. Me llamó mucho la atención la velocidad con que hizo este movimiento y me quedé observándola detenidamente. Entonces me di cuenta que a medida que la silla se movía hacia adelante y hacia atrás, ella aprovechaba ese movimiento para dejar resbalar su cuquita contra la silla como en un ir y venir de fricción que evidentemente estaba disfrutando. Cuando el timer de la máquina la detenía cada minuto y medio, ella rápidamente le introducía otra moneda y continuaba disfrutando el movimiento ya con los ojitos cerrados. En su tercer ciclo fue muy evidente que la nena estaba teniendo un poderoso orgasmo pues contraía su pelvis y la apretaba contra la silla, sacudía su cabeza rítmicamente, apretaba sus piernas contra el caballito y entreabría sus ...