Mi vecinito, mi enfermerito - Relatos Eróticos

Mi vecinito, mi enfermerito

Ok, el cuento es que en una oportunidad tuve un lamentable accidente y por espacio del tiempo de recuperación mi cuerpo donde mis manos y antebrazo sobretodo quedaron inutilizados por cuanto no podía realizar mis quehaceres personales, luego del tiempo en la clínica, me dan el alta y una de las enfermeras la cual es mi vecina se presta a cuidarme y hacerme cumplir las recomendaciones medicas, bueno esta enfermera en cuestión tiene un hijo de 14 años que se llama Javier, es un niño obediente, blanco algo gordito y culoncito, ah si bien culoncito, nalgón pues para ser más claro, yo nunca había sentido ninguna atracción hacia él pese a que me identifico como Bisexual, sin embargo cuando su madre no podía ir ella enviaba a Javier a ayudarme, durante la primera semana se me hacia un tanto difícil levantarme de la cama pues me dolía la cadera, inclusive cuando me tocaba defecar que era cuando yo hacia mi mayor esfuerzo para que solo me limpiaran y me lavaran todo el cuerpo, hasta el culo, que era lo que hacia la enfermera en cuestión, lo cierto es que para orinar solo me ponían la bañera entre las piernas y sostenían mi pene con guantes por su puesto, para no mojar la sabana con el chorro de meao y cosas así, cierto día que estaba cuidándome Javielito que así es que le digo al hijo de la enfermera, estábamos viendo Tv en mi cuarto, él me dice _¿tiene ganas de orinar Sr. Marin? Yo sorprendido le digo que muy poco…_¿Por qué? _Para ayudarlo, mi mamá me dijo que colaborara con ...

... usted en todo, así que no le dé pena que estoy para servirle- me dijo _Ha bueno siendo así ponme la bañera, entre las piernas - y sin yo decirle nada él mismo procedió a sacar mi pene de entre el pijama que cargaba puesto, metió su mano en la abertura y lo tomo así sin guante, su madre lo hubiera hecho con guantes, tomó mi pene lo envolvió entre su mano, su madre solo lo tomaba entre sus dedos y este muchacho tomó completamente mi pene y lo dirigió para que el chorro cayera dentro de la bañera, yo traté de controlarme viendo la programación del Tv mientras él observaba como el chorro caía dentro de la bañera, pero el sentir esas manos suaves y calientes me estaba dando una sensación de excitación y Javier como que lo estaba sintiendo también porque empezó a masajearlo y como que lo apretaba suavemente y mis ganas de orinar se desvanecieron para darle paso a la erección que yo interrumpí diciéndole que lo dejara así que quizás más tarde tendría mucho más ganas. Ese día transcurrió normal y mi pensamiento seguía en el momento en que Javielito tenía mi pene en sus manos, seguimos viendo tv y cuando por fin pude orinar pude también controlarme pero en mi cabeza siempre me daba vueltas como Javielito tomó mi pene y no sé sin cosas mías pero yo sentía cierta presión de su mano sobre mi pene que dicho sea de paso estaba esponjoso y grueso. Paso el tiempo y me recupere, sin embargo mi vecina, la enfermera y su hijo siempre estaban al pendiente de mi, ya teníamos tanta confianza entre ...