1. El capitán de mi vida es mi padre


    Fecha: 24/07/2019, Categorías: Anal Gays Sexo con Maduras Autor: samy15, Fuente: xHamster

    Hola a todos. Antes de nada presentarme. Me llamo Carlos,tengo 28 años, mido 1’85, peso 77 kilos y estoy bastante fibrado. La historiaque quiero compartir con todos vosotros es totalmente verídica, aunque hecambiado los nombres, como es natural. Quiero compartirla aquí por si alguien sesiente identificado o le da tanto morbo como a mi recordar lo que me sucedió conmi propio padre.Todo pasó hace tres años, cuando yo tenía 17 años. Mis padresse separaron porque últimamente no se llevaban muy bien. Somos de valencia, asíque evidentemente yo y mi hermana nos quedamos con mi madre en el que había sidonuestro hogar familiar durante años. Mi padre se fue a vivir a un apartamentoque se compró en Alicante, puesto que allí era donde tiene varios negocios.Durante un mes de verano, cuando yo tenia 25 años. Mi madre ymi hermana decidieron irse de viaje a Italia. Marchaban durante 15 días y yo, laverdad, no tenía ganas de irme con ellas. Así que propuse irme, todo el mes deagosto a casa de mi padre, que por aquella época contaba con 49 años. A ellasles pareció bien y así lo hice.Mi padre estaba encantado, porque a parte de que nos veíapoco, necesitaba ayuda en los negocios, que en la temporada turística estaban atope. Así que llegué y todo fue de maravilla. Le ayudaba en las empresas,salíamos a la playa, íbamos de copas con los amigos y la verdad, todo erafantástico.La segunda semana de estar yo allí, mi padre me dijo que secogería unos días de descanso para que pudiéramos pasarlos ...
    ... juntos. Yo le dijeque no se preocupara, que estaba bien y entretenido, pero él insistió y dijo quenecesitaba desconectar una semanita por lo menos. Entonces me propuso irnos tresdías en el barco que tiene, un pequeño yate con todo tipo de prestaciones. Mehacía ganas, porque eso lo hacíamos cuando éramos pequeños y estábamos todosjuntos.Entonces nos embarcamos, con algo de bebidas, provisiones ytodo lo que necesitábamos. Todo parecía normal hasta el segundo día por latarde. Habíamos estado nadando, pescando por la mañana y ahora estábamostumbados en la proa, uno frente al otro. Mi padre tiene buen cuerpo, él fuequien despertó mi pasión por los gimnasios y el deporte. Era y sigue siendo untío con el cuerpo bien marcado, aunque últimamente ha puesto un poco de barriga,pero muy poco.Bueno, pues estábamos hablando de una empresa de él que nofunciona muy bien, y que se había propuesto venderla. Los dos vestíamos,únicamente pantalones cortos y por la posición de las piernas de mi padreasomaba por el lado izquierdo uno de sus huevos. Grandes, muy grandes. Yo loshabía visto otras veces, porque mi padre nunca se ha escondido de nada y laverdad es que tiene unos cojones descomunales. La polla, normal, 17 cm ybastante gruesa, con un glande abultado y sin circuncidar.El huevo colgante de mi padre me excitó, no sé porqué, nuncame había planteado una relación homosexual, pero ver aquel huevo colgando, gordoy peludo provocó que mi polla despertara levemente. Noté como el short se melevantaba e ...
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