1. Enculada


    Fecha: 30/08/2017, Categorías: Sexo Oral Autor: Enfebrecida, Fuente: CuentoRelatos

    ... en ese estado de sueño y letargo y se vuelven mis aliados. Bajo a sus tetillas y me empiezo a comer una con deleite... Tienen un sabor amargo y una consistencia justa para mi placer. Se van erizando por mis chupadas y el roce de mis dientes... y algo más se va despertando... algo más abajo arropado por mi mano.
    
    Me levanto y por un momento pienso... pero yo misma me traiciono y le suelto el cinturón y el pantalón. Al abrir el cierre me doy cuenta que no lleva nada y siento un olor conocido... Ihhg... síii, es justo su sudor de huevos y verga, el detonante de mi locura!
    
    Ya decidida le quito todo el pantalón y libero el coloso de mis tormentos. Lo agarro con ambas manos, igual que en mis sueños y lo froto en mi cara mientras crece y crece. Con mis labios mojados voy recorriendo toda su longitud, mi nariz la hundo entre sus pesadas bolas y abro mi boca al máximo. Meto lo que puedo de ellas y las froto con la lengua. Sigo con mis manos subiendo y bajando... oliendo (puta, me siento putísima). Se ha puesto tan caliente que me quema en las manos. Me levanto y me monto sobre la cama y apunto la cabeza a mi entrada, al origen por donde vio el mundo la primera vez. Pero ya no soy madre, ahora soy hembra en celo, loba hambrienta de carne, de un trozo como éste...
    
    Mi entrepierna se abre y lo besa, mojada... ¡mojadísima! Pero es demasiado grande, como nunca lo había sentido antes... Ya mi desesperación es total y sin tregua empujo con fuerzas y pasa la cabeza. Se me acaba el ...
    ... aire y veo que sobresaltado abre sus ojos. Pero es tarde, muy tarde para arrepentirse ya y dejo todo mi peso caer sobre él. Oghhh! ESTOY SIENDO CLAVADA!...
    
    Mis nalgas descansan en su pelvis y piernas. Me levanto de nuevo y soporto el dolor mientras me acostumbro, pero toda una corriente me agita violentamente desde ese epicentro hasta el cerebro, hasta mis manos y piernas... un grito sale de mi boca y lo veo sin poder pensar en nada. Sus ojos están perdidos tratando de buscarme, pero sigue mareado y el placer no lo deja. Le cierro los ojos y los beso dulcemente. Susurro a su oído que solo sienta y disfrute, que me dé su fuerza, que me reviente, que me mata... Me agito más rápido arriba y abajo, en círculos, relajando y tensando mis músculos. Lo oigo gritar ahogado y cuando llego a mi clímax le grito: - Dame por el culo, párteme en dos!, destrózame con tu verga! (en verdad lo quiero y necesito).
    
    Entonces, al sacarme su verga babeante pierdo mis fuerzas; él se levanta y me acuesta en la cama, apoya mis talones en sus hombros y eleva mis nalgas. Escupe en mi culo y en su mano, frotando la saliva en la punta y la roza en mi hoyito... Dios! es demasiado fuerte para mí este ardor! Se baja y besa mi culo con lentitud, delicadamente masajea mis nalgas y la entrada de mi ano. Su lengua penetra decidida y yo me retuerzo toda. Comienza con un dedo y chupa mi clítoris. Luego dos dedos en mi ano. Lo tomo por los cabellos y hundo su rostro en mi vagina. Mis rodillas reposan sobre mis ...