El seminarista caliente III: El desconocido del Cyber (de vacaciones)
Fecha: 27/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Borgia85, Fuente: SexoSinTabues
Esto que les voy a relatar paso justo hoy 14 de julio del presente año. Disfrutando de mis vacaciones del seminario y queriendo salir a dar la vuelta a ver que encontraba, decidí ir a la ciudad. Necesitaba descargar un poco de música y andaba algo caliente, así que me dirigí al Cyber donde iba con frecuencia en tiempos pasados (aun lo visito, pero con menos frecuencia). Después de que me cambiaran como de 4 máquinas (en ninguna de ellas estaba el programa que necesitaba para descargar la música) por fin me colocaron en una donde quede cómodo. Ya acomodado en esa máquina y después de 15 minutos, decidí hablarle a un amigo, así que salí de mi cabina y cruce el pequeño pasillo y me acerqué a la ventana para hablar con mi amigo, por desgracia no respondió mi llamada así que pues me dije, aprovechando el viaje le hablaré a otro amigo y mientras buscaba su número en mi lista de contactos, alce la mirada y alcance a ver que otro usuario del cyber tenía la cortina de su cubículo a medio abrir (maquina 9); el aun no notaba mi presencia. Cuando logré encontrar el número de mi amigo y le marqué (este sí que contesto), al responder mi amigo pues mi llamada llamo la atención de aquel cliente que, al igual que yo, buscaba acción. De un momento a otro, cuando me di cuenta aquel usuario del cyber estaba de pie con la verga en la mano y con la mirada me llamó hacia su cubículo; con un gesto de la mano y la mirada le hice entender que esperara a que terminara mi llamada. En cuento colgué el ...
... teléfono, me dirigí a su cabina y cerré la cortina, comencé a masturbar su deliciosa verga que estaba muy caliente y durísima. Le preste algo de atención a aquel desconocido, guapo no era, pero feo tampoco, en cambio su verga era otra historia, unos 18 cm, más o menos gruesa, algo cabezona y lo mejor es que estaba como me encantan las verga: circuncidada. Lo estuve masturbando algunos minutos, le indique con la mirada que se levantara y yo me senté en la silla donde él estaba, así que como imaginaran quede a la altura de las circunstancias y comencé a mamar aquella verga que sabía delicioso, con ese olor característico de una verga y por supuesto estaba muy bien aseada. Por razones de una reciente visita con el ortodoncista no pude mamar aquella verga como me gusta y como vuelve locos a quien tiene la dicha de meter su verga en mi boca. Después de algunas lamidas a aquel trozo de carne, haciendo énfasis en el glande, me paré y me abrazo por la espalda, al parecer mis mamadas lo habían excitado más de lo que ya estaba. Mientras, yo con mi mano seguía masturbando aquella verga durísima como hierro caliente. En un movimiento bastante ágil, desabotone mi cinto y lo saque de un jalón, abrí el botón de mi pantalón y baje un poco el zipper, sólo baje un poco mi pantalón para dejar mis nalgas un poco libres, pero sobre todo, la idea era dejar mi culo libre a la entrada de su verga. Unte un poco de saliva en mis dedos y los pase por mi culo, el también echo un poco de saliva a su verga ...