En mi trabajo...
Fecha: 26/06/2019,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Ejecutiva Mx, Fuente: CuentoRelatos
Llegaste más tarde que todos y al entrar al salón de juntas todos voltearon a mirarte.
Vestías una blusa blanca transparente y se te veía un sostén muy sexy. Aunque tus senos no eran muy grandes, se alcanzaba a ver una parte de tus pezones.
Recuerdo que solo había otra mujer aparte de ti en la junta entre varios hombres y todos nos miramos algo sorprendidos.
Llevabas una falda corta de color azul rey y unas medias que hacían lucir lo hermoso de tus piernas.
Atravesaste el aula para sentarte en la única silla vacía y todos volteamos a ver el movimiento sexy y cachondo de tus nalgas al caminar.
Supongo que todos te desnudamos con la mirada y se nos paró solo con verte.
...sabía que entre los asistentes a la junta había varios gerentes que me deseaban, por eso al vestirme en la mañana escogí ese atuendo que ya me habían dicho antes me quedaba muy bien, al terminar de bañarme y estar a punto de ponerme la tanga de hilo dental blanca que dejaba ver mi velluda vagina, mi esposo se me acercó por detrás y poniéndome su erecto pene entre las nalgas me acaricio el clítoris abriéndome los labios vaginales al tiempo que susurraba en mi oído, "ve sin tanga, como lo haces a veces cuando tienes una presentación con algún otro proveedor para que puedan oler a una mujer caliente los demás....." volteándome hacia él y acariciando su pene con mi vagina le pregunte: me la metes tantito para que se humedezca y mis jugos queden en mi vagina para que me huelan en la junta? ...
... (siempre que me penetran mi vagina se empapa pidiéndome oler a tres metros de distancia) a lo que inmediatamente puse los ojos en blanco al sentir su miembro adentrándose en mi rajita, me bombeo más de lo que normalmente duramos y yo me contuve en no venirme para estar en mi máxima excitación al llegar a la junta (por estar haciéndolo se me hizo tarde y salí rumbo a mi trabajo en un corporativo en santa fe excitadísima...)
…Después de que tomaste asiento, la junta continuó, pero todos estábamos más atentos a ti que a lo que decía el expositor.
Te sentaste en medio de mí y de otro compañero que tenía fama de tener un pene muy grande.
Tu olor a mujer caliente nos llegó a ambos y nos miramos con complicidad.
Tu olor era exquisito y al menos yo, la tenía bien parada, como animal en celo.
En eso noté que el compañero de la verga grande te estaba acariciando las piernas y yo me di valor para hacer lo mismo, con una mano y con otra me sobaba el pene, masturbándome.
Empezaste a respirar agitadamente y tus mejillas se empezaron a poner rojas, síntoma de que te estabas calentando con las caricias, ya que, para ese momento, te habíamos levantado la falda y te tratábamos de tocar tu exquisito sexo.
... me sorprendí al sentir la mano de Israel sobre mi pierna, sabía que era muy caliente y por los comentarios de una chica de perfumería de la tienda de Polanco, sabía que la tenía muy grande. Mi reacción fue de sorpresa, pero antes de que pudiera protestar, sentí la mano de ...