Mi suegro ordeñando mi leche materna
Fecha: 26/06/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dra.juliagarciasexy, Fuente: SexoSinTabues
... sostenía a mi hijo. –Si hijo, estoy más sano que un toro, pero pásenle, no se queden aquí afuera que hace demasiado calor. Entramos a su casa y el lugar lucía muy limpio para un hombre anciano y solo. –Su casa luce muy linda señor, debe de cansarse mucho limpiando todo el lugar usted solo –dije mientras admiraba el lugar tan pulcro–. –Bueno es que tengo a una muchacha que me ayuda, se llama María, pero todavía no llega, hoy va a venir un poco más tarde. Ya me imaginaba que el viejo rabo verde no podía hacer todo eso él solo. Pobre de la muchacha que le ayudara, estaría sufriendo todo el día de los acosos y manoseos del anciano a solas con él. Preparé algo para comer con lo poco que tenía mi suegro en el refrigerador, y comimos muy tranquilamente poniéndonos al día con él; fue una plática moderadamente amena. Después de la comida llegó María la chica que le ayudaba a mi suegro con la limpieza de su casa. Era una muchacha joven, no podía pasar de más de 19 años y con una figura muy linda. La cara de mi suegro se transformó al verla y la recibió de beso. Pude percibir al instante de que mi suegro se le acercó para saludarla su incomodidad. <> pensé. Ella de inmediato se puso a hacer los quehaceres del hogar y yo me senté en una mecedora de madera en el cuarto de las visitas. Cuando tuve a mi primer hijo, los pechos se me inflamaron mucho por la gran cantidad de leche que producían. Constantemente me daban ganas de alimentarlo, pero el quedaba satisfecho muy rápido y yo me ...
... quedaba con toda esa leche acumulada en mis senos. Cuando me duchaba solía ordeñarme yo sola para sacar aquella gran presión de mi busto. Me senté en aquella mecedora tan cómoda y con mi hijo en brazos me dispuse a darle de comer. Cuando terminaba de hacerlo mi suegro entró y me vio con el pecho de fuera. YO puse en la cama a mi hijo boca abajo y me guarde los senos –Mi nieto ya ha crecido mucho –dijo mientras acariciaba su pequeña cabeza. –Si… ya está bastante grande –dije, bastante incomoda con la situación. –Se ve que está muy bien alimentado, es bueno que le des pecho, eso los hace unos niños muy fuertes cuando crecen. –Si claro –dije despectivamente. Mi hijo comenzó a llorar, pero yo no soportaba las miradas pervertidas de mi suegro sobre mi cuerpo así que ya no lo alimente más; mi hijo lastimosamente tuvo que pagar las consecuencias. Lo arrullé un poco en el cuarto dándole palmaditas en la espalda hasta que eructo y se quedó completamente dormido. Mi suegro no se separó de mí ni un solo instante. Mi esposo no quiso perder tiempo y se fue a buscar trabajo ese mismo día, a pesar de que se encontraba igual de cansado que yo. Se despidió de mí y se fue en el auto. Ahora tendría que pasar toda la tarde a solas con él. –Estaba pensando Julia, debes de estar muy adolorida del pecho. – ¿Por qué lo dice señor Raúl? –Pregunté con curiosidad. –Bueno he notado como te tocas los pechos aun después de amamantar a mi nieto. –Bueno si es que mi pecho produce mucha leche. – ¡Lo sabía!, mi ...