El trastero
Fecha: 26/06/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Halcón, Fuente: CuentoRelatos
... dejando ante mi atónita mirada la perfección de sus muslos abiertos y ascendiendo hasta el vértice de los mismos apreciar un sexo perfectamente depilado cuyos labios parecían decir bésame. Encontrarme ese tesoro ante mis ojos hizo que mi sexo nuevamente se desplegase esta vez aun con mayor intensidad, esta desconocida ya me había proporcionado dos erecciones en una sola mañana. Ella se apercibió de la nueva situación de mi sexo pues dejando de reír cogió entre sus manos los bordes inferiores de su camisola agitándolos intentando darse aire con el vuelo de la prenda dejando ver ahora si ahora no un pubis totalmente rasurado y hasta su ombligo tal era la efusividad de sus movimientos.
—Parece que vuelve a hacer demasiado calor —dijo Mosi, esta vez la risa dejo paso a un gesto sumamente erótico cuando paso su lengua por sus labios, con una mirada picara y un gesto con la mano me invito a acercarme, lentamente paso a paso llegue hasta ella quien mirándome a los ojos me pregunto si se me ocurría como podría ella agradecerme el haberla sacado de su prisión.
Vaya si sabía cómo podía agradecerme, pero todo lo ocurrido me había dejado mudo, me cogió de mi mano y de un leve tirón me situó en medio de sus piernas abiertas, al dejar de abanicarse había dejado la prenda subida de tal modo que su sexo quedaba completamente a mi vista, la erección encerrada en mis pantalones se tornaba dolorosa y cual medico con su paciente ella procedió a bajarme lentamente el pantalón lo ...
... suficiente para que mi sexo saliera como un resorte del pantalón quedando a escasos centímetros de su aterciopelada boca, incluso creí notar su aliento cuando tomando mi mimbro en su mano retiro lentamente la piel que cubre su cabeza dejando a su vista la humedad que brotaba del glande fruto de la excitación del momento. Sin dejar de mirarme a los ojos y sin mediar más palabras se inclinó levemente haciendo desaparecer mi sexo en la boca más cálida que jamás este haya visitado, su lengua parecía envolver todo el glande pasando por el frenillo donde hizo una leve parada para una vez que cogió aire introducirse en su totalidad mi sexo en su boca, dándome el mejor sexo oral jamás experimentado hasta la fecha. En cada entrada de mi erecto sexo en su boca alcanzaba mayor profundidad, llegando al fondo de su garganta. Mientas disfrutaba de este placer sin igual mi mano se adentró entre sus muslos hasta llegar a los labios inflamados de su sexo, tras acariciarlos y sentir su calor los abrí con mis dedos y pude jugar con su húmedo interior, penetrando con dos de mis dedos tan profundamente como pude, ella tenía los ojos en blanco presa del momento y del trabajo de mis dedos profanando tan húmeda hendidura y excitando un clítoris bastante desarrollado cosa que me encanto aún más si cabe. Todo en ella era perfecto, no estaría soñando.
No, no era un sueño, la mano que tenía libre la coloco en la base de mi sexo cubriendo con ella al mismo tiempo los testículos, que inflamados y a punto de ...