Un sábado inesperado - Relatos Eróticos

Un sábado inesperado

Hola amigos está historia que les voy a contar es totalmente cierta aunque ya paso hace algunos años. Para empezar describiré a la que era mi novia por aquellos tiempos, se llama Carla, 1,65 aproximadamente de estatura, ojos castaños, pelo bastante largo ( su pelo es castaño en natural pero en aquellos días lo llevaba tintado de color rubio ) buen tipo, ya que era delgada pero tenía un buen culo y unas tetas muy bien puestas de talla 90 y bien duras que me encantaba chupar y agarrarlas mientras le daba por detrás mirando esa cara de perra que me volvía loco cuando cuándo follábamos.

Cuando comenzó nuestra relación yo tenía 19 años y ella 16, realmente le gustaba follar casi todos los días, me la tiraba donde hiciera falta, en el coche, en el baño de su casa con su madre en el comedor, incluso me la folle un par de veces en la playa mientras nos bañábamos, Era muy folladora pero la verdad nunca en la disco o en otros sitios bailaba perreando con otros chicos, se veía una chica muy fiel y cercana. Los fines de semana que no salíamos de marcha nos quedábamos en un pequeño piso viejo de un tío mío que se fue a vivir fuera y que me dejaba usar a cambio de que se lo mantuviera aseado, no había muebles apenas, ni tan siquiera habían camas, pero con sofá y tele estaba perfecto para ver unas pelis o jugar a la videoconsola y después cepiyármela hasta que me cansaba.

Corría el año 2005 llevábamos ya un año juntos y joder, sin exageraros saldríamos a un polvo mínimo por día, no ...

... podía tener queja la verdad. Los viernes yo solía quedar con unos amigos y nos íbamos al piso a viciarnos a la videoconsola y echar unas risas, siempre salían los típicos temitas de sexo de lo bien que me lo pasaría yo con mi novia en el piso y esas cosas y Carla siempre parecía molesta por esa clase de bromas pero sin llegar a enfadarse de verdad. Uno de tantos viernes vino a casa mi amigo Raúl que tiene unos 5 años más que yo nos acompaño en nuestras partidas a la videoconsola, el casi nunca venía, pero ese día se dejo caer por allí, al día siguiente yo y mi novia decidimos que como hacía mucho frío nos quedaríamos en el piso viendo una peli y a pegar unos polvetes después, a si hicimos cenemos y nos fuimos para nuestro nidito de amor.

Apenas habíamos llegado y mi móvil comenzó a sonar, era mi amigo Raúl que preguntaba si estaba su cartera por el piso, la busque y la encontré en un lado del sofá, si tío aquí la tienes si quieres pasa por ella, ok enseguida voy, mi novia aquella noche iba con un vestidito casual de color azul sencillo pero bastante provocativo que le alzaba el escote y le definía ese culito que tanto me gustaba follar, tenía unas ganas tremendas de tirármela esa noche.

Toc toc, era mi amigo llamando a la puerta, le abrí y mi colega traía unas cervecitas para de algún modo agradecer el favor de recibirlo sin tiempo y a esas horas, me supo mal al ver ese detalle y le dije a mi novia que si le sabía mal que se quedara un rato, Carla no puso mala cara y me ...