CAMBIANDO DE TRABAJO III - Relatos Eróticos

CAMBIANDO DE TRABAJO III

... culo, y yo de su verga amontonada en su pantalón, mi culo se mojaba, para no caer pensaba que al día siguiente llegaba Fer y mis nalgas tendrían fiesta; pasaron como cuatro horas en su oficina, y empiezan a retirarse, incluyendo al Ing. El último en salir fue el blanquiñoso y me dice: No quieres comerte una verga suavecita? Yo: que le pasa usted esta borracho. Blanquiñoso: Pero igual me gusta tu culo, mira como me has puesto. Y me enseña su verga larga, blanca y venosa, la había sacado de su prisión de su pantalón; estaba apetitosa. Blanquiñoso: Mira yo regreso al rato y no te preocupes nadie sabrá nada que dices. Yo: Vaya no mas señor, y no me moleste. Pero mi boca decía eso, mi culo sentía otra cosa: quería esa verga de blanco. Al rato llega y me dice : Aquí estoy, y mi pichula ha crecido más, vamos a otro sitio Yo: No puedo salir de aquí, no hay nadie y retírese. Eso lo encendía mas y se ponía mas especial Blanquiñoso: Entonces vamos a la oficina de mi amigo tú tienes llaves, el está en su casa durmiendo, no soporta el licor, vamos. Yo: No moleste y si está necesitado córrase la paja, venga al sótano conmigo y allí lo dejo para que lo haga. Me siguió, piso el palito, cuando abrí la puerta, se abalanza sobre mí y me empieza a besar la boca, coge mis tetas, las acaricia con fuerza, se baja el pantalón y si era una buena verga, larga, venosa, cabezona, muy suavecita y, la empecé a mamar, el se desnudo yo también, lo eche en la cama de allí, y cuando la tenia bien parada me ...

... senté en ella para que entre toditita, muy despacio, el quería moverse, no lo dejaba, quería que durase un buen rato, total, la señora iba a demorar; cuando la tuve toda dentro me volteo y quedo boca abajo y el encima mío, para que empiece sus movimientos, parecía un carro recién salido. Yo: hace cuanto no coges? Blanquiñoso: Un culito como el tuyo, es la primera vez. Demoro muy rápido, yo me quede con las ganas de mas, estaba acostumbrado a Fer, al terminar se limpio y me dijo: Nadie lo sabrá menos mi amigo, pero me dejas otro día llevarte a otro sitio. Yo: Tal vez. Nos despedimos y se fue. Cuando llegaron ya era muy noche, y le dije a la señora que quería retirarme, que estaba muy cansado, lo cual fue bien visto por ellas y le dijeron a Carlos que se quedar esa noche con ellas. A él no le quedó otra decisión más que obedecer, total era el cachero oficial del edificio, se cachó a la señora, a Rita, a Beto, a mi. Al día siguiente embarqué a mama y a su mascota a que pasen dos días con su hermana en el pueblo vecino, y ella feliz se fue, yo quería estar solo con Fer, cachar rico, toda la noche por esas dos semanas sin meterme su verga, sin chuparla, eran por lo menos 30 cachadas que me debía el moreno tierno. Prepare mi ropa para celebrar la ocasión, una tanguita chiquitita, total mi pichulita era muy chiquitita y no se notaba, un sostén regular, ya mis tetas estaban grandecitas, el hermano las mamo una sola vez y las hizo crecer muy a prisa, estaban ricas para mamarlas, una ...