La Hija espía (II)
Fecha: 24/06/2019,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sólo llevaba unos diminutos calzoncitos, yo ya estaba desnuda cuando vi que ella se los sacó agachándose y dejándome ver su hermoso culito y su conchita. Hizo que se me estremeciera el cuerpo. Le dije que se quedara así agachada por un momento y me hizo caso. Le dije que en esa posición se veía muy bien.
- Mami, ¿puedo decirte qué quiero de regalo para mi cumpleaños? - Claro que sí Sarita. - Pues apóyate en el inodoro para que no te canses.
- - Y así lo hizo. Me acerqué le abrí las nalgas y le metí un dedito en el culo. Ella quiso pararse pero por algún motivo no lo hizo.
- - - Hace tiempo que quise hacer esto mamita. - Y ¿qué más quieres hacer?
- - Esa pregunta me animó, saqué mi dedito, le abrí la conchita y empecé a pasar mi lengua por ahí. Ella empezó a segregar jugos que me dieron gusto y mayor excitación.
- - - Eres una chiquita muy golosa, pero aprovecha tu regalo, me dijo mientras una de sus manos alcanzó a acariciarme los cabellos.
- - Después de un buen rato, ella se paró, volteó hacia mí y me dio un gran beso en la boca, pero éste fue algo prolongado, mientras bajaba su mano hacia mi conchita que en ese momento también ya esta jugosa. Luego me dijo que no era justo dejarme así, y me puso en la posición que ella tenía antes. Me abrió las nalgas y me dijo: - - - Tienes un culito hermoso y una conchita apetitosa.
- - Me pasó la lengua no sólo por la conchita, sino también por toda la raja de mi culito. Era una sensación inimaginable antes de esa ...
... experiencia. Me metía la lengua en el agujero de mi culito y de ahí bajaba hasta la conchita. Cuando quedé satisfecha, nos metimos a la ducha y mientras nos bañábamos seguíamos dándonos besos y acariciándonos. Luego nos fuimos a la cena con mi hermana, que nos reclamó por qué nos habíamos demorado tanto y se me ocurrió una respuesta que nos salvo de lo que pudo pensar mi hermana, aunque ni se lo imaginaba.
- - - Ahora sabes querida hermanita, cómo nos impacientamos nosotras cuando tú te demoras en la ducha. Te hicimos lo mismo para estar a mano. La cena transcurrió sin mayores rarezas, sólo que fue la primera vez que mi mami nos permitió tomarnos con ella una botella de vino. Aunque algunas veces habíamos tomado una copita después de la cena, esta vez fueron varias copitas y esto hizo que mi hermana Maria José se pusiera muy habladora y reilete. Al volver a casa, nos habíamos contagiado de las risas de Marijo y nos quedamos en la sala a escuchar algunos chistes que ella se puso a contar. Fue en uno de esos chistes "rojos" que mi hermana bromeó con que yo me tapara los oídos que el chiste era para mayores. Me defendí arguyendo que yo en cuestiones de sexo sabía más que ella, replicó diciendo que ella tenía más experiencia, con lo que mi mami se sorprendió y le dijo:
- - - ¿Acaso ya no eres virgen?
- - Pero como la pregunta no fue en un tono serio Marijo le respondió:
- - - Ay mami, por favor, ya no estamos en tus tiempos. - Y ¿cómo sabes tú cómo fueron mis tiempos?, ...