... maravillosamente.
-Me lo suelen decir. Sobre todo cuando se corren en mi cama.
-Venga, vámonos. Se te ve muy marchosa y fiestera. Es lo que necesito esta noche.
-Genial, venga.
Ana apuró su copa y abandonó junto con Lucas la discoteca.
-¿Está cerca tu casa? –quiso saber Lucas.
-A dos manzanas.
-Qué suerte. Te pilla el centro al lado.
-Bueno, lo comparto con dos amigas más. Pagamos el alquiler a medias.
-¿Qué amigas son?
-Universitarias. Nos conocemos de las clases.
-Ah, ¿y qué estudias?
-Medicina. Me encantaría ser cirujana.
-¿Y te va bien?
-Muy bien. Cuando suspendo un examen, me follo al profesor y me pone un sobresaliente.
-¿Hablas en serio? ¿Y si es profesora?
-Ahí me divierto más.
Ambos rieron con ganas.
-¿Eres bisexual? –se interesó Lucas.
-Tiro más para el coño, pero no me da ascos una polla dura y larga. ¿Y tú?
-Yo soy hetero.
-¿Te consideras muy macho?
-Mucho.
-¿Cuántas veces eyaculas seguidamente?
-No quiero presumir, pero aguanto tres o cuatro polvos sin parar.
-Cada vez me gustas más.
Más risas.
-Es por esa calle y llegamos –informó Ana.
-Hace una buena noche y más con buena compañía.
-¿Eso va por mí?
-No veo a nadie más a mi lado, ¿no?
-Tonto… -rió Ana y dándole un empujoncito con las caderas.
-Hey, no te pases.
-Denúnciame por acoso.
Más risas aún.
-Es ese portal.
-Vaya, es un edificio antiguo.
-Es lo más barato que pillamos. No hay ascensor, pero solo ...
... son tres pisos.
-Y vives en el tercero, ¿no?
-Las coges a la primera –rió Ana. Abrió el portal con sus llaves y accedieron al interior.
-¿No hay luz?
-Lleva averiada un mes. Podrías violarme y nadie se enteraría.
-No des ideas.
-Cómo eres –soltó Ana una carcajada larga-. Vamos, hay que subir.
Las escaleras, por suerte, no eran largas y llegaron al tercer piso con rapidez. Ana abrió la puerta C…
-Venga, no te quedes ahí.
… y entraron en un piso poco amueblado, pero muy decorado con alfombras, cuadros de Franco, símbolos franquistas y aguiluchos haciendo de estatuas.
-¿Qué es todo esto? –señaló Lucas un busto de Franco rigiendo la entrada.
-Mis amigas son muy fascistas.
-¡Coño!
-Y yo también un poco. ¿Te molesta? Franco hizo mucho por España. Fue todo un patriota.
-Si tú lo dices…
-Ven, sígueme –eligió Ana el pasillo de la derecha. En ese momento se cruzó Rocío Escalante desnuda y hermosa-. Hola, zorra guapa. ¿Una noche intensa?
-Y tanto. Tengo el potorro con hielo.
Ana rió y prosiguió el avance.
-Vaya, hola, rubiales –la gustó a Rocío-. Hey, Ani, cuando acabes con él me lo pasas.
-Y una mierda. Los clientes se respetan.
-Tú ni caso. Búscame –se insinuó Rocío mientras se alejaba. Fue cuando Lucas le vio una esvástica nazi tatuada en una nalga.
-Venga, Luces, se diría que te quieres follar a ese pendón.
-Voy, lo siento.
En ese momento doblaron una esquina y pasaron por delante de la puerta de una habitación. Él ...